Los moradores de Carcelén Bajo, en el norte de Quito, encontraron a César Vélez escondido detrás de una plancha de zinc y casi lo linchan.

Sucedió la madrugada de ayer. El populacho estaba enardecido porque el hombre, al parecer, ingresó a la casa de Consuelo Guevara y supuestamente la asesinó de un golpe en el rostro, luego de que intentó robar sus pertenencias.

Un morador que vive frente a la casa de la víctima escuchó sus gritos desesperados y activó la alarma comunitaria.

Los vecinos del sector salieron con palos, tubos y piedras. Al dirigirse a la vivienda de la señora, de 72 años, la vieron tendida en el pasillo de ingreso a su domicilio. “Su cara era irreconocible. Estaba llena de sangre y agonizaba”.

Una vecina enfermera intentó darle los primeros auxilios para mantenerla con vida, pero la adulta mayor no respondía. Llamaron a una ambulancia, pero el paramédico solo corroboró su muerte.

Uno de los vecinos se percató de que varias sombras se movían por el segundo piso y gritó: “¡Hay alguien arriba!”. En ese momento llegó un patrullero de la policía. Los moradores y agentes entraron para buscar a los sospechosos. Subieron hasta la terraza, pero no los encontraban.

Una mujer, desde abajo, vio que un sujeto saltaba por las paredes y orientó a los policías hasta el patio que queda junto al domicilio de la anciana. Los lugareños se adelantaron y vieron que una plancha de zinc se movía. La levantaron y un individuo salió corriendo. Se trataba de César Vélez.

Algunos moradores alcanzaron a patearlo, pero antes de que lo agredieran con los palos fue capturado por los gendarmes, quienes lo subieron a un patrullero y lo llevaron hasta la Unidad de Flagrancia como sospechoso del crimen.

Investigación

El mayor Esteban Pesantes, jefe operativo de la Dirección Nacional de Muertes Violentas (Dinased), informó que el sospechoso habría ingresado a la casa de la anciana con el afán de robar sus pertenencias, pero ella “se percata, sale al pasillo y es golpeada con un objeto contundente en la cara”.

El oficial añadió que el detenido, de 32 años, tiene varios antecedentes penales. Según el historial que reposa en el Consejo de la Judicatura, Vélez registra 13 procesos judiciales por delitos como robo y tráfico de estupefacientes. Añadió que el individuo estaba en estado etílico cuando fue detenido.

Respecto a las otras ‘sombras’ que habían visto los moradores, el oficial explicó que necesitaba la versión de alguno de ellos, pero no querían colaborar por miedo a represalias.

María Ñeto, una de las hijas de la víctima, les suplicaba a algunos vecinos que ayudaran con una declaración. Sin embargo, decían: “Llegamos cuando su madre ya estaba muerta”.

Luego del levantamiento del cadáver comentaban que el sospechoso sería un inquilino que arrendaba uno de los departamentos de Guevara y que, al parecer, es de una banda que “se dedicaba a robar y a vender droga en el sector”.

Jorge Salto, yerno de la fallecida, explicó que tampoco pagaban a tiempo el arriendo y por eso decidieron desalojarlos de la vivienda hace dos meses.