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¡Nada de baile, karaoke o chongos!

El COE cantonal de Guayaquil dispuso que se mantenga la prohibición de abrir los centros de diversión nocturna y para adultos

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Los dueños de los prostíbulos aseguran que tienen ya un protocolo de seguridad.Miguel Laje

El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal informó este 10 de septiembre de 2020  que se mantendrá la prohibición de funcionamiento de bares, discotecas y centros de diversión que no garanticen el distanciamiento social.

Los integrantes de la Federación Nacional de Propietarios de Centros de Tolerancia, Expendio de Bebidas Alcohólicas y Anexos del Ecuador dijeron a EXTRA que tenían la esperanza de que, con el cese del estado de excepción a partir del próximo 13 de septiembre, les permitieran abrir sus locales.

Sin embargo, esta se esfumó con el anuncio de la alcaldesa Cynthia Viteri realizado ayer durante el anuncio de las nuevas medidas que regirán en la ciudad para evitar la propagación del coronavirus.

José Ochoa, presidente de los dueños de night clubs, comentó a EXTRA que ya tienen más de seis meses sin trabajo y les parece injusto que ninguna autoridad se haya acercado a ellos a analizar la situación y plantear cómo ayudarlos a reactivarse económicamente. Preparan una marcha para el lunes a las 10:00, en la que recorrerán varias calles de la urbe para pedir la reapertura de sus negocios.

“Los prostíbulos seguirán cerrados, pero el trabajo sexual se está dando de manera clandestina, sin vigilancia. Nosotros ya tenemos elaborado un protocolo para trabajar y controlar a clientes y trabajadoras sexuales”, aseveró.

Entre los guayaquileños hay opiniones divididas respecto a la medida. Para el productor Jorge Luis Cascante, deberían abrir estos locales porque de ellos no solo dependen quienes trabajan en su interior, sino todo el comercio indirecto que se crea a su alrededor. “Permitan trabajar a todos: cajeros, meseras, DJ, servicios de limpieza, hasta al caramelero y el taxista que hacía carreras a la salida de estos lugares”, publicó.

La ciudadana Karina Núñez considera que este tipo de negocios no deberían abrir y quienes laboraban en ellos tendrían que buscar otras alternativas laborales.

Sin embargo, Manuel Córdova, quien es propietario de un centro de diversión para adultos, manifestó que ellos han invertido mucho dinero en la adecuación de sus locales y no considera justo que no se los escuche a ellos.