Hace diez días, don José Guamán le dijo a una vecina con la que se encontró en la calle que los ladrones “dan más miedo que la pandemia... Dios nos cuidará de la enfermedad, pero la delincuencia está incontrolable”.

La madrugada de este 27 de julio de 2020, José y su esposa Lucinda Chisaguano fueron asesinados en su vivienda, situada en La Argelia Alta, sur de Quito. Los dos adultos mayores, él de 72 años y ella de 75, habrían sido sorprendidos mientras dormían.

La señora fue estrangulada sobre su cama con una bufanda y su esposo, golpeado con un objeto contundente hasta que le destrozaron la cabeza. Luego, el cadáver del hombre fue sacado de la habitación y arrojado en un terreno que hay junto a la casa. Allí lo dejaron cubierto con una sábana.

En la tarde, la Policía, tras realizar varias investigaciones, detuvo al nieto, de 15 años, de la pareja como sospechoso del doble crimen. 

En el lugar

Gritos desesperados de los allegados de las víctimas alertaron a los vecinos de las calles Molleturo y Cuyuja en la madrugada. 

En medio del intenso frío salieron de sus dormitorios, pues había sonado la alarma comunitaria. A la 01:00 supieron que la pareja de adultos mayores había sido asesinada. Nadie sospechaba que el nieto habría cometido el delito. 

Se presume que el móvil del doble crimen fue el robo. Miembros de la Policía verificaron que los autores del delito habían rebuscado sin descanso cada uno de los cajones de una cómoda de la casa.

Agentes de la Dinased y Criminalística recabaron evidencias para dar con el paradero de los autores.