Con poca visibilidad, así tuvieron que conducir los choferes que se movilizaban la mañana y tarde de ayer por la vía Babahoyo - Jujan, debido a la caída de ceniza del volcán Sangay.

El Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias (Sngre) informó la mañana de ayer que el coloso, ubicado en Morona Santiago, lanzó una nube de ceniza de 4 kilómetros.

Ese material volcánico se esparció por el oeste del país afectando a las provincias de Chimborazo, Cañar, Bolívar, Los Ríos, Guayas y Santa Elena.

Esta ceniza causó más estragos en las ciudades de Guamote, Alausí y Cumandá, pero también se evidenció en Bucay, Milagro, Jujan, Babahoyo, Durán, Guayaquil, entre otras ciudades.

Las autoridades recomendaron mantener la calma y tomar precauciones como: cubrirse la nariz y boca para evitar la inhalación de partículas, no frotarse los ojos, recoger el material y botarlo a la basura, sin echar agua.

Pero en ciertos sectores del sur de Guayaquil la caída de ceniza fue acompañada por una leve garúa, lo que causó que varias calles se cubran de un lodo muy resbaloso.

El Sangay es el último volcán en el sur de Ecuador, ubicado en la Cordillera Real. Según el Instituto Geofísico, es uno de los más activos del país, manteniéndose en proceso eruptivo constante desde 1628.