SUSCRIBIRME POR $1/ 1 MES

Exclusivo
Actualidad

Se ‘fue’ sin conocer a su bebé

El interno fue lanzado del tercer piso, golpeado y degollado en el Centro de Rehabilitación de Cotopaxi. Este año aplicaría a la prelibertad.

velorio
El féretro de Vinicio Chaquinga fue llevado por unas horas a su casa. Su madre dijo que necesitaba ayuda para los gastos fúnebres.Angelo chamba

A Vinicio Chaquinga lo llevaron a la sala de su casa por un par de horas para que se ‘despida’ de su familia, luego de ser asesinado por sus compañeros del Centro de Rehabilitación de Cotopaxi, el martes pasado.

Durante el velorio su madre caminaba de un lado a otro con los ojos llorosos. Ella contó que hicieron colectas para los gastos del sepelio y que aún no saben cómo pagar el nicho en el cementerio de La Magdalena, barrio del sur de Quito, donde su hijo fue enterrado la tarde del jueves.

“Deja a dos niños en la orfandad. A uno solo lo conoció por fotos”, agregó. 

En los últimos meses, Vinicio esperaba el permiso del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI) para reconocer a su bebé de 10 meses, nacido mientras cumplía su pena.

Degollado

El 23 de febrero pasado, la familia recibió la noticia por teléfono de que habían matado a Vinicio, pero no imaginó la violencia con la que lo hicieron.

“Lo botaron del tercer piso, lo golpearon y casi le cortan la cabeza”, contó a EXTRA una de las tías de Vinicio. En el informe de la autopsia detallaron que falleció por degollamiento.

“Mi sobrino no era un santo, pero no merecía morir así”.

Los parientes del asesinado no entienden cómo se pudieron ingresar tantas armas, si en sus visitas les “revisan hasta el ‘alma’”.

velorio
Los familiares exigen respuestas por la violencia registrada en las cárceles.Angelo Chamba

El hombre, de 36 años, estuvo privado de la libertad desde 2013 por el delito de homicidio simple. Este año iba a realizar los trámites para su prelibertad.

La última comunicación por mensajes de texto con Vinicio fue con su tía la tarde del lunes. Él quería contarle algo el martes porque era con quien más tenía confianza. “Eso ya no pasó”.