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Conversando le dieron plomo

El hombre estaba con tres amigos cuando llegaron dos motorizados para asesinarlo. Ocurrió en Huaquillas 

silla
Miguel Leonardo Cruz Villavicencio recibió tres balazos en la cabeza y dos en el cuerpo.Fabricio Cruz

Los cinco balazos que recibió lo dejaron sentadito en la silla de plástico donde se encontraba conversando.

Eran las 22:30 del pasado martes 15 de septiembre cuando Miguel Leonardo Cruz Villavicencio se hallaba en una esquina del barrio Brisas del Mar, del cantón Huaquillas, provincia de El Oro.

Junto a él se encontraban tres amigos que fueron testigos de su sorpresiva muerte.

Mientras los cuatro dialogaban apareció una moto con dos sujetos a bordo. Uno de los desconocidos sacó un arma de fuego y disparó contra Miguel.

Según personas residentes del sector, cinco detonaciones realizaron los sicarios, la mayoría con dirección a la cabeza.

“Nos encontrábamos conversando afuera de mi casa, estábamos sentados en unas sillitas cuando llegaron dos tipos en moto. El copiloto se bajó y empezó a disparar, entré a mi casa y desde adentro escuché más disparos”, testificó uno de los amigos de la víctima.

Él no sabe los motivos que llevaron a la muerte de su ‘pana’. Además, aseguró que Cruz no se dedicaba a ningún acto ilícito y que subsistía de la venta de combustible en un vehículo.

Agentes de Criminalística informaron que tres impactos de bala se alojaron en la cabeza, los otros impactaron en el cuerpo.

Siria Cruz, hermana de Miguelito, como lo conocían en la barriada, contó que su familiar tenía 48 años y que estaba separado de su mujer con quien procreó dos hijos.

“Mi hermano no tenía problemas con nadie, fue un hombre muy bueno, el único inconveniente que tenía es con su esposa de quien estaba separado”, dijo.

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Agentes de la Dirección Nacional de Muertes Violentas (Dinased) de El Oro llegaron al sitio y se entrevistaron con los testigos. Pero, a más de lo que vieron, no aportaron con más datos. Nadie conocía las causas por las que se consumó el crimen. Lo único que presumían es que los atacantes pasaron la frontera rumbo al Perú, por uno de los pasos clandestinos que hay en Huaquillas. (FC)