Durante el mes de abril, en Guayaquil se ha detectado un caso de covid-19 de la variante P1 (variante de Brasil); dos de la variante andina (C.37, recién descubierta en Chile y Perú); siete casos de la variante Inglesa; y dos casos de reinfección con la variante de New York. Estos son los resultados de un estudio minucioso realizado por el Centro de Investigaciones de la Universidad Espíritu Santo de Guayaquil (UEES), cuyos resultados fueron compartidos con las autoridades y los medios de comunicación , este 3 de mayo. 

Estas variantes de coronavirus ya son comunitarias. Es decir, que ya se están expandiendo por todo el país. Sin embargo ante eso, el proceso de inmunización no es acelerado, lo que empeora la situación sanitaria en Ecuador, dicen los científicos de este estudio. “La vacunación va muy lenta”, lamenta Fernando Espinoza, director del laboratorio de la UESS. 

La UESS además detectó el primer registro de la variante New York en la ciudad de Cuenca y que el 68 % de las muestras analizadas de Guayaquil pertenecen al linaje también de la variante de New York.

“El surgimiento acelerado de variantes emergentes clasificadas como variantes de preocupación y variantes de interés, están relacionadas con el incremento de casos de COVID-19 en el mundo”, dice el informe de la universidad.

Pues explica, que estas variantes incrementan los casos de Covid-19, porque contienen mutaciones, principalmente, en la proteína espícula del virus que le permite ser más infeccioso y más agresivo. De ahí que todos los hospitales públicos y privados de Guayaquil permanecen con sus Unidades de Cuidados Intensivos al tope.

Aunque la mañana de este 3 de mayo, las autoridades del COE Cantonal de Guayaquil, indicaron que en la ciudad hay un mínima reducción de casos de muertes por covid-19 (de 32 a 28 fallecimientos diarios), tras el segundo confinamiento de fin de semana, los científicos advierten que estas variantes, que ya rondan en el país pueden presentar resistencia a los anticuerpos neutralizantes en sueros convalecientes o post-vacuna, es decir, que se incrementa el riesgo de reinfección y la vacunación podría no ser suficiente.