Cuarenta y tres años le jugó ‘la cuca’ a la Policía con éxito, hasta que por fin ‘cayó’. Ray Vannieuwenhoven, mejor conocido por sus vecinos como el Viejo Ray, de Lakewood (Wisconsin, EE.UU.), fue acusado de asesinato doble y agresión sexual después de varias décadas de haber cometido el delito.

Según The Washington Post, con una asombrosa estrategia la policía de los Estados Unidos engañó al sospechoso tras tocar su puerta y pedirle su ayuda con una encuesta para calificar los servicios de la unidad local de Lakewood.

Ray debía contestar todas las preguntas y al finalizar le pidieron que cierre el sobre en el que le entregaron dicho formulario. Y así lo hizo, pasando la lengua por la solapa y dejando muestras de su ADN, que luego fue comparado con la evidencia que tenía la policía. Así, ingenuamente el Viejo Ray cayó en la trampa.

El anciano creía sabérselas todas, después de haber huido tanto tiempo de la ley y mantenerse al margen de las investigaciones. Sus vecinos aseguraban que él era una persona tranquila, agradable y le gustaba ayudar a los demás siempre que le era posible. El Viejo Ray parecía tener buena reputación, su único mal era cuando se pegaba unos tragos y se convertía en una persona completamente diferente.

Días mas tarde de la argucia policial, Vannieuwenhoven fue ‘encanado’ y la policía pudo cerrar el caso 43 años después y con un final no tan feliz para Ray, que como era de esperarse negaba todos los cargos.