Aunque la pandemia no desaparezca, es importante que inscribas a tus hijos en cursos  que no están dentro del ámbito del currículo normal de la educación escolar o universitaria. Solo es cuestión de que escojan juntos el taller ideal, que cubra las necesidades del menor y se ajuste a su presupuesto. Pero ojo, que sea el niño el que elija el taller. 

¿La edad recomendada para poder inscribirlos? Desde los 5 años,  aconseja Génesis Espín, maestra y psicóloga educativa, quien sugiere que las actividades deben ser acordes a su edad y si son digitales, deben de tener un tiempo límite frente un dispositivo tecnológico (1 hora). 

"Hay que considerar que los niños pequeños aprenden mejor de las experiencias vivenciales, que de lo que aprenden través de una pantalla en comparación con los adolescente o jóvenes", sostiene Crespín. 

Educando el ‘mate’

El cerebro está formado por dos hemisferios. El izquierdo se relaciona con la parte verbal, aritmética y lógica. Este lado se desarrolla con los estudios académicos. A él se atribuyen el análisis, la lógica y la resolución de problemas numéricos, etcétera (científicos, ingenieros).

El hemisferio derecho se vincula con la creatividad, emociones, recuerdos y habilidades visuales y sonoras. Se desarrolla principalmente con el arte. Quienes desarrollan este lado son muy imaginativos y creativos (músicos, artistas). El cerebro debe estar educado integralmente. Si no, se está en desventaja, Katiuska Delgado, maestra.

Que no 'tire la toalla'

Ubicada la actividad, hay que trabajar la perseverancia, y los padres deben darle al curso importancia. Hay que evitar que falten por cualquier cosa, y estimularlos porque de esas actividades puede salir un federado o seleccionado o futuro profesional.

El curso ideal 

A los niños muy activos, indisciplinados y un poco agresivos les hará bien practicar deportes.

A los creativos y curiosos es preferible inscribirlos en clases de artes plásticas, idiomas, música, teatro y danza.

Beneficios según el área