Que Daniel Salcedo no haya rendido una versión a la Fiscalía el viernes por sufrir “estados provisionales de confusión y lucidez”, según su abogado, causó una ‘ola’ de comentarios en redes sociales, que cuestionaban tal condición.

“Él se ubica, no en el tiempo actual, sino en el 2016”, refirió ese día Luigi García, defensor de Salcedo, al salir del hospital Abel Gilbert, en el suburbio de Guayaquil, donde está internado su cliente.

Ayer, en cambio, dijo que su defendido tiene recuerdos y regresiones. “No está viviendo en el 2016 (...), nunca dije que perdió la memoria”, aseguró. Aquel diagnóstico le fue comunicado verbalmente por el médico residente de la sala de cuidados intensivos, donde permanece el ciudadano. Según el jurisconsulto, Salcedo solo puede "gesticular, asentir con la cabeza y balbucear".

Salcedo es investigado por compras médicas con supuesto sobreprecio, en un hospital del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social. Y el viernes debía declarar en el caso iniciado por el presunto delito de lavado de activos, por el que es indagado su hermano Noé.

La fiscal Ivonne Proaño llegó para receptarle la versión, diligencia no efectuada, por el estado mental del implicado.

El psiquiatra José Rodríguez, consultado por EXTRA, dijo que este tipo de estados mentales ocurren cuando una persona sufrió un trauma craneoencefálico.

Para diagnosticar dicho trauma, debe hacerse una resonancia magnética al paciente, para ver si tiene una inflamación cerebral. “Deben hacerse evaluaciones neurológicas y neuropsiquiátricas”, comentó.

Con ello se descarta un posible caso de síndrome de ganser o de psicosis carcelaria. Es decir, el responder mal a preguntas sencillas, para fingir un estado mental patológico y lograr ser liberados.

Hablará luego

García refirió que Salcedo rendirá su versión cuando se recupere y que colaborará con la Fiscalía.