La Policía de la provincia de Esmeraldas está tras la pista de sicarios que fueron los causantes de balaceras ocurridas en dos barrios de su capital. Hubo una diferencia de 24 horas entre un caso y el otro.

El primero fue el más grave. Sucedió en el barrio 20 de Noviembre, el lunes, según los investigadores.

Una mujer explicó a los policías lo que había ocurrido dentro de un domicilio. En su testimonio indicó que a su hermano lo buscaba un sujeto apodado Tatao.

Aquel individuo llegó a su casa en compañía de otros tipos. Todos estaban fuertemente armados y el objetivo era matar a un hombre llamado Johnny José, de 28 años.

Los sujetos abrieron fuego dentro del hogar, pero no asesinaron a quien buscaban. Lo que pasó fue que las balas llegaron a una niña, de 2 años, y a un niño, de 5.

Los sospechosos huyeron y la familia rápidamente llevó a los infantes al centro de salud del sector Las Palmas. Ante esa alerta fueron los policías hasta la casa médica y hablaron con el doctor que atendió a los heridos.

El galeno explicó que la bala pasó lastimando el cuero cabelludo de la niña. Mientras que el menor de edad tuvo un rozón en el pecho.

Otro caso

Un día antes de este tiroteo hubo otro hecho en el sector de La Guacharaca, cercano al barrio 20 de Noviembre. La casa de un expolicía fue el blanco de dos sicarios.

Sucedió a las 12:50 del domingo, cuando los tipos, de 16 y 17 años aproximadamente, arribaron al domicilio de un sargento en servicio pasivo. Los sujetos se movilizaban en una motocicleta.

Una vez en el sitio, los adolescentes desenfundaron sus armas y dispararon por cinco ocasiones. Luego de eso huyeron montados en el vehículo de dos ruedas.

El exuniformado no resultó herido.

En ambos casos, hasta el cierre de esta edición, no se informó de la detención de los implicados. Solamente se levantaron como indicios algunas balas y cartuchos de diferentes calibres en los dos domicilios donde ocurrieron los ataques.