Familiares y amigos de Dara Nicol Obregón Cabeza acompañaron el cuerpo de la joven de 25 años a su morada final en el Cementerio General de Esmeraldas. El cortejo fúnebre recorrió las principales calles del centro de la capital provincial, desde la sede de la Asociación de Jubilados de Esmeraldas hasta el principal campo santo de la ciudad. Unas 300 personas participaron en la última despedida de la joven esmeraldeña.

Vecinos, primos, tíos y compañeros de estudios se turnaron para cargar en féretro de Dara. Sobre una carroza que lideraba el cortejo se colocaron flores y una foto de Dará en vida.

Irma Camacho era su amiga, compañera y vecina. Ella caminó junto al féretro de Dara y por momentos se secaba las lágrimas con un pañuelo que llevaba. "Necesitamos que el Gobierno haga algo, que ponga mano más dura con la delincuencia, que le dé más armas a la policía porque está muriendo gente inocente", reclamo Camacho.

Dara anhelaba terminar obtener su título universitario y viajar fuera del país para continuar su vida. "Dará era alegre, risueña, generosa con los demás. No es justo que le hayan arrebatado la vida así", decía Ana Barragán, quien conoció a Dara en su etapa colegial.