En la ciudadela Urbanor, en el norte de Guayaquil, la tarde del martes fue clausurada una clínica de rehabilitación que para personas con problemas de adicción al alcohol y drogas que funcionaba de forma irregular.

El operativo se realizó tras denuncias que permitieron a las autoridades ingresar a la casa donde encontraron a cerca de 70 personas que se encontraban en situación de hacinamiento.

Según información emitida por la Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de Salud y Medicina Prepagada (Acess) en el operativo intervinieron miembros de la Policía Nacional, la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen), Ministerio de Salud Pública, Cuerpo de Bomberos de Guayaquil y la Dirección de Justicia y Vigilancia del Municipio de Guayaquil. Como resultado se ejecutó su clausura como medida provisional de protección ante un posible riesgo para la vida.

Los agentes de la Policía fueron los primeros en ingresar y su primera acción fue el rescate de un hombre de aproximadamente 30 años de edad que permanecía encadenado y presentaba signos de tortura. Con su rostro visiblemente golpeado relataba que era víctima de maltratos físicos, le pasaban corriente por los dedos de sus pies por no memorizar frases y rezos que son costumbre repetir en este tipo de sitios. Además se encontraron a mujeres y menores de edad.

El centro tenía todas las habitaciones con rejas y algunas ventanas estaban selladas con bloques y cemento, también tenían un cuarto de castigo, en cuyo interior habían restos de sangre. Todas sus instalaciones se encontraban en condiciones de insalubridad, aseguró el Acess.