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Las huecas ‘camellan’ día y noche para sobrevivir a la crisis: dos casos para aprender

Los administradores de Ciro's y Broster Mickey, dos huecas con décadas en Guayaquil, contaron a EXTRA cómo es mantenerse en tiempos de COVID-19

Broster Mickey
Andrés Angueta, administrador de la hueca Broster Mickey.EXTRA

Catorce horas al día, los siete días de la semana. Ese es el horario que mantiene actualmente Ciro’s, restaurante guayaquileño con más de 42 años de existencia. Según su administradora, Briggitte Apolo, esta hueca atiende desde las 07:00 hasta las 21:00.

“Ahorita se trabaja para mantener el local, a los trabajadores, no con una pequeña ganancia, pero sí para mantener lo que con tantos años nos ha costado”, expresó, en entrevista con EXTRA.

Ciro's
Briggitte Apolo, administradora de Ciro's.EXTRA

Ciro’s, ubicado en la avenida 9 de Octubre, cerró sus puertas debido a la cuarentena por el COVID-19 desde el 15 de marzo hasta el 1 de junio, aunque desde mayo, por el Día de la Madre, implementaron el servicio a domicilio. “Ya eran dos meses cerrados y usted sabe que nos afectaba porque teníamos que cubrir roles de pago de empleados, si no pagábamos IESS, qué pasaba luego: nos podían multar (…).Es una pérdida grande estar dos meses sin trabajar. Solo en IESS se paga mil y pico de dólares”.

La especialidad de este establecimiento es el caldo de salchicha, cuyo precio es de $ 3,50. En la Feria Gastronómica Raíces 2019, el restaurante ganó la estrella de bronce por esta comida típica. Los platillos más económicos son los bolones, que cuestan $ 1,40, mientras que el más ‘cariñoso’ es la bandera Ciro’s, que puede llegar a valer $ 6,50.

Ciro's
Un caldo de salchicha en Ciro's tiene un costo de $ 3,50.EXTRA

Actualmente, Apolo reconoce que la afluencia de clientes ha bajado entre un 30 y un 40 % en comparación con las épocas pre-COVID-19, aunque esta situación fue más dramática los primeros días de reapertura. Afortunadamente, ella cuenta que llegó a un acuerdo con el arrendatario del local, por lo que ahora paga una cifra de arriendo menor que la de antes: “Con el nuevo aforo, si yo pagara el arriendo total, no se podría sustentar”, reconoce.

Otra hueca que busca recuperarse del golpe económico propinado por el coronavirus es Broster Mickey, restaurante nacido en 1980 en el barrio Cuba, sur de la ciudad, y que desde 2019 cuenta con una sucursal en Miraflores. Como su nombre lo indica, la especialidad de la casa es el pollo brostizado.

Broster Mickey
Andrés Angueta y las especialidades de su local: pollo, wantanes y papas.EXTRA

La porción personal cuesta $ 5, el precio más económico. También se ofrece pollo con papas, wantán frito, aguado de menudencia, alitas, aros de cebolla, entre otros. Andrés Angueta recuerda que el negocio que administra tuvo que cerrar un mes y una semana, entre marzo y abril, para cumplir con el aislamiento obligatorio.

“En ese momento no había transporte para los colaboradores, no había nada, había que irlos a ver, a dejarlos, estaba el miedo de que te contagies del virus, las ventas por supuesto que bajaron ya que acá la gente viene y se sienta, viene con su familia. Tuvimos dos mil dólares en pérdidas, aproximadamente”, reveló Angueta a este Diario.

“Hemos reducido personal como todos los locales, gracias a Dios, nos estamos manteniendo porque es un local con amplia trayectoria y la gente nos conoce, eso es un plus que muchos locales no tienen lamentablemente porque son nuevos”, añadió el emprendedor, quien reveló que el servicio a domicilio, implementado poco después de la emergencia sanitaria el local, ha dado buenos resultados a la economía de Broster Mickey.

En tiempos de coronavirus, no hay tiempo que perder: Angueta contó  que su local, al igual que Ciro's, opera todos los días de la semana: de lunes a viernes, de 16:00 a 22:00; sábados y domingos, de 12:00 a 22:00, aunque antes atendían hasta la media noche, incluso hasta más tarde los fines de semana. “Tengo fe que todo va a estar como antes, en noviembre-diciembre”, expresa con evidente nostalgia.

A criterio de Nicolás Romero, miembro de la Asociación de restaurantes del Guayas, las huecas tienen costos fijos mucho más bajos que los restaurantes y, por este motivo, en estos negocios no se ve un cierre definitivo tan grande como otros negocios más grandes.

“Las huecas utilizan mucha mano de obra familiar, por lo que no significa que no sufrieron, sino que el tener costos fijos más bajos y flexibles, probablemente puedan cambiar mejor el temporal y la crisis que otros restaurantes”, afirma Romero.