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Incendio dejó a cinco familias guayaquileñas sin hogar

A causa del siniestro ocho niños se quedaron sin sus herramientas tecnológicas para estudiar. Vecinos les dieron posada para que puedan dormir.

Perjudicados buscan entre los escombros alguna pertenencias que puedan rescatar.
Perjudicados buscaron entre los escombros alguna pertenencia que puedan rescatar.CORTESÍA.

Un triste Día del Padre pasan cinco familias guayaquileñas que a causa de un incendio lo han perdido todo. El siniestro ocurrió la noche de ayer sábado 20 de junio, en la manzana 5087 de la cooperativa Voluntad de Dios, en el sector de Monte Sinaí, noroeste de Guayaquil.

Leticia Quinde Burgos, vecina de los afectados, contó a este Diario, que el olor a humo alertó a los habitantes de esta populosa zona. A los pocos segundos el fuego ya había envuelto las cuatro humildes viviendas de caña, en donde residían cinco familias.

Quinde mencionó que en una de las casas uno de los afectados le daba posada a un familiar y a sus hijos, quienes no tenían a donde vivir.

"No sabemos qué provocó el incendio, presumimos que fue un cortocircuito, pero también pensamos que pudo haber sido provocado, porque a una de las perjudicadas su expareja amenazó con quemarle la casa", manifestó Leticia.

La desesperación embarga a los afectados, tras la perdida de todos sus enseres.
La desesperación embarga a los afectados, tras la perdida de todos sus enseres.CORTESÍA.

Como resultado de la tragedia 25 personas se quedaron sin hogar, de ellos ocho niños que a más de sus ropas y enseres, también perdieron las herramientas tecnológicas con las que recibían las clases, que ahora son virtuales a causa de la emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus.

En medio de la angustia, una de las afectadas, Jennifer Aguas Plúas, pidió a las autoridades ayuda porque no tienen a dónde vivir, pero aún guarda la esperanza de que todos pronto podrán reconstruir su casita.

Vecinos abrieron las puertas de sus hogares para que los afectados tengan un techo donde pasar la noche. A pesar de sus escasos recursos también les brindaron desayuno y almuerzo.

Pero no todos fueron a colaborar, en medio de la desgracia delincuentes se aprovecharon de la situación y se metieron a la casa de los ciudadanos que ayudaban a los damnificados para robar sus pertenencias.