Consternados por el asesinato de una anciana, de 68 años, moradores de las calles Rosendo Avilés, entre la 38 y 39, suburbio de Guayaquil, buscan respuestas al horrendo hecho. 

Maniatada y embalada con cinta adhesiva, así fue hallado el cuerpo de doña Olga Andrea Villalba Ruiz, quien fue asesinado por dos hombres que ingresaron a su domicilio la noche del domingo.

“No sabemos qué ocurrió, pero vecinos nos cuentan que cerca de las 11 de la noche un taxi se estacionó frente a la casa. Luego se fue y posterior a ello se conoció del crimen”, comentó Jorge Guerrero, pariente de la fallecida.

El allegado aseguró que por versiones de un hermano de la fallecida, dos hombres habrían fugado por el techo de la casa. “Nosotros escuchamos pasos en el patio, pero pensábamos que eran animales. Cuando mi yerno se asomó vio a dos sujetos trepando la pared de la casa del vecino y huyendo”, agregó Jorge.

Habitantes de las casas traseras de donde ocurrió el crimen aseguran que varios menores de edad (que estaban a esa hora en la vereda) vieron cuando dos sujetos se lanzaban por los techos y corrían hacia la calle 38.

PRESTABA DINERO

Jorge aseguró que doña Olga prestaba dinero a personas conocidas. “Lo máximo que prestaba era 200 dólares. Por ello sospechamos que los asesinos creían que ella tenía más dinero”, manifestó el señor.

Un familiar de la fallecida, que prefirió no identificarse, dijo que existió un comentario infundado sobre la participación de un sobrino de la occisa en el hecho.

“El hermano de Olguita involucró al sobrino, porque estos no tenían una buena relación, sin embargo, el sobrino de ella está hospitalizado desde hace unos 15 días por un problema de diabetes”, finalizó el pariente.