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Judicial

Mujer fue atada y 'enfundada' en Guayaquil

La víctima fue encontrada por una nieta, luego de que delincuentes la asesinaran en su casa. En su barriada, la mujer era "muy querida". 

Mujer asesinada por robarle
El lugareño Rody Tumbaco mostró el sitio en el que su vecina habitaba desde hace más de 20 años.Amelia Andrade

“No había necesidad de matarla. Si querían robarle, como lo hicieron, no debieron arrebatarle la vida. Ella era una mujer muy querida, no solo por nosotros, sino por todos quienes la conocían”, decía entre sollozos una parienta de Vilma Venecia Lara González.

La mujer, de 59 años, fue asesinada por delincuentes que ingresaron a su inmueble el domingo 18 de julio, en la manzana 99 del bloque 10 del sector Nueva Prosperina, en el noroeste de Guayaquil.

Las pericias preliminares apuntaban a una muerte por asfixia. Sin embargo, en la necropsia se descartaría cualquier duda.

La allegada, quien por seguridad pidió reservar su identidad, esperaba desconcertada en los exteriores del Laboratorio de Criminalística. “Esta situación es muy dolorosa. No es justo nada de esto. Ella era una mujer demasiado buena”, lamentó.

La familiar detalló que Lara González fue encontrada en el piso de su casa, con los brazos atados sobre la espalda y con dos fundas plásticas envolviéndole el cráneo. Esa escena no fue vista por ella, sino por una nieta de la víctima, una adolescente.

“Ella nos contó todo, porque luego llegó la policía y no nos dejó pasar (...). Sabemos que se llevaron el teléfono y otras pertenencias. También un dinero que tenía de una liquidación que había cobrado y creo que también algo de un préstamo que había hecho”, acotó la allegada.

“Le gustaba ayudar”

Para los vecinos de la víctima es “difícil de creer” lo sucedido, porque “a ella le gustaba ayudar a todos. Si alguien venía a pedirle para un pan, ella se lo daba. Siempre. Ella era muy querida y solidaria”, afirmó el lugareño Rody Tumbaco.

El morador mencionó que el día del suceso pensaban que Vilma Venecia había salido a vacunarse, pues es algo de lo que había hablado en días anteriores. Además, no surgieron sospechas porque en el barrio no se escuchó nada extraño.

“Para nosotros fue difícil de creer que la habían encontrado muerta. Todavía no asimilamos que alguien pudiera hacerle algo así”, comentó otra vecina, Verónica Licoa.