Durante la tarde del lunes 11 de abril, Guayaquil experimentó la conocida frase “abril, lluvias mil”. La urbe porteña tuvo, aproximadamente, tres horas de aguacero en las que unos aseguraron refrescarse y otros acalorarse por la humedad. Sin embargo, el temporal no favoreció a todos.

La lluvia anegó varios sectores de la ciudad, entre ellos, PECA, que resultó como el más afectado. Esta zona del noroeste, junto al túnel que lo une a la Flor de Bastión, quedó bajo más de un metro de agua.

En fotos y videos compartidos en redes sociales, usuarios mostraron cómo el agua estancada llegaba casi al filo inferior de los parabrisas de los autos que transitaban por el corredor ya mencionado. Mientras que, para los buses de transporte urbano, el líquido llegaba al borde superior de las llantas.

Unos internautas, comentando sobre la situación, proponían alternativas como “tomar la entrada por Kubiec” para avanzar a la Flor de Bastión. Otros, en cambio, señalaron que esto sería consecuencia de un “modelo exitoso” de construcción. Angel Ordóñez, usuario de Twitter, señaló que esto se habría provocado a causa de la acumulación de basura en las calles.

Hasta la noche del lunes 11, Interagua, la empresa encargada del alcantarillado de la ciudad, y la Alcaldía no habían emitido ningún comentario sobre lo sucedido durante las horas de lluvia en Guayaquil.