"Es un desgraciado, arrancarle la vida a un niño inocente que no tenía la culpa de nada. Mi bebé no se metía con nadie, él era alegre, amigable...es un perverso, un psicópata", fueron las palabras del padre de Antony, de 7 años, que fue raptado y presuntamente asesinado en El Carmen, Manabí, el pasado domingo 7 de marzo.

El progenitor pide a las autoridades que se haga justicia por su niño, que tenía sueños y ganas de vivir.

Enfatizó también que si lo tuviera de frente, vengaría la muerte de su pequeño. "Le haría peores cosas de las que le hizo a mi hijo", manifestó dolido.

Los tres detenidos confesaron el crimen y uno de ellos reveló que abandonó el cuerpo del menor en el estero Pita.

Tras cuatro días de búsqueda finalmente encontraron el cadáver que estaba sumergido y enredado en una paliza, en el río Suma, de dónde fue rescatado por personal del Cuerpo de Bomberos de El Carmen y Policía Nacional, la tarde del pasado miércoles 10.

Se presume que la corriente lo arrastró por aproximadamente 5 kilómetros hasta que llegó a la palizada. Los rescatistas trasladaron su cadáver al Centro Forense de Santo Domingo, donde hasta el medio día del jueves 11 aún no era entregado a sus padres para su velación y sepelio.

La demora respondería a la dificultad de la toma de huellas del cadáver, ya que por su estado de descomposición no son legibles, manifestó una allegada a la familia del fallecido.