Jenny Vera pensaba que su hija Laura, de 30 años, no podía estar en mejores manos que en las de su marido Daniel Carranza, hasta la tarde del jueves 25 de febrero cuando ella misma la encontró sin vida, en el suelo de su hogar, y a su yerno colgado de una soga.

Carranza, de 45 años, habría asfixiado a su mujer y luego puso fin también a su existencia. El barrio Los Lirios, de la cooperativa Plan de Vivienda Municipal, de Santo Domingo, se llenó de policías y moradores del sector que no salían de la conmoción por lo ocurrido.

Lider Vera, tío de Laura, dijo que jamás esperaron algo así, pues siempre creyeron que la pareja, que tenía más de 15 años de relación, era feliz. Sin embargo, informes policiales revelaron que habría una tercera persona de por medio y que los celos de Daniel lo llevaron presuntamente a cometer el femicidio y suicidio.

El familiar de la occisa también manifestó que ellos siempre consideraron a Carranza como un hombre ejemplar y trabajador, por lo que la madre de Laura lo consideraba como a un hijo.

“De vender granizados y manguitos le compró la casa...era muy trabajador y sin ningún vicio, jamás lo iba a ver ni con un cigarrillo en la boca”, contó.

La tragedia les ha pegado muy fuerte a todos y en especial a la madre que fue quien descubrió todo. El hijo mayor de la pareja también habría visto los cuerpos de sus padres, por lo que está bastante afectado.

Noemí Meza, vecina de los fallecidos, dijo que Daniel no era un hombre agresivo. “Con los dos muertos ya no hay a quién pedir justicia, ya los dos se fueron”, manifestó.

La pareja era oriunda de Flavio Alfaro, Manabí, donde se conocieron y enamoraron, para luego pasar a Santo Domingo a buscar mejores oportunidades de trabajo.

Carranza era comerciante autónomo, mientras que su conviviente se dedicaba al hogar y la crianza de sus tres hijos. Pese a lo ocurrido, la pareja será velada junta en la misma tierra tsáchila.