La contaminación del agua en una de las vertientes de la planta captadora de agua potable, colmó la paciencia en algunos de los barrios ambateños quienes ayer se unieron y también se enfrentaron a palos y piedras con los indígenas manifestantes.

Cerca de las 10:00 del miércoles 22 de junio, un grupo de indígenas con palos hechos puntas y clavos llegaron al barrio Ingahurco- uno de los afectados con el agua contaminada- a obligar a que cierren los negocios y a destruir los vehículos que circulaban.

De inmediato se activaron las alertas y un grupo de unos 300 habitantes salieron a las calles con escobas y palos y sacaron a los manifestantes de su barrio.

Hernán Auz, dirigente de Ingahurco, expresó que “no vamos a permitir que nos sigan metiendo miedo y encerrando en nuestras casas. Nos vienen alterar la paz y la tranquilidad, a esto se suma que nos contaminaron el agua y aun así quieren que nos unamos a ellos. No vamos a permitir más estos actos de violencia y tampoco que nos vengan a robar, porque eso es lo que están haciendo”, expresó el dirigente.

De igual manera, María Jácome, comerciante dijo que van a defender sus negocios y la libertad. “No es justo que ellos vienen groseros y a infundir miedo peor que los delincuentes. Hay que recibirlos tal como ellos se enfrentan al pueblo. En Ingahurco estamos unidos y no vamos a seguir permitiendo estos abusos y atracos”, dijo. El barrio está en la Terminal del norte de la ciudad y los directivos aseguraron que abrirán sus negocios y estarán atentos a los manifestantes.