Diez personas a las que les robaron sus vehículos, en Quito, denunciaron a la Policía que estaban siendo extorsionadas por un grupo de ladrones. La condición para devolverles los autos era que les entregaran 2 mil dólares.

Sin embargo, si se llegaba a un acuerdo, el automotor jamás era entregado. “Así se generaba un doble perjuicio”, detalló Henry Herrera, jefe de la Unidad Antisecuestros y Extorsión.

El grupo rastreó a los choros durante más de 15 días, lo que les permitió identificar cinco casas que eran usadas como talleres para desarmar lo robado. El oficial comentó que las piezas eran ofertadas bajo pedido y a supuestos mecánicos.

“Lo increíble de todo esto era que las partes de los automóviles se vendían en ‘combos’”. Esto hacía que la venta llegara hasta los 8 mil dólares.

Durante los allanamientos detuvieron a cinco personas y de ellas, dos quedaron en prisión preventiva. Se recuperaron 800 partes de vehículos.