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¡‘Pilas’ con las nuevas rutas de buses!

Disposición es para 9 líneas urbanas y 12 intercantonales. La medida obedece a la operación de la aerovía. Mañana se verá ‘la plena’ del tránsito.

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Los buses urbanos e intercantonales circulan cerca a los trabajos de la aerovía.Jimmy Negrete / EXTRA

Quienes buscan dirigirse en bus hasta La Puntilla (Samborondón), La Aurora (Daule) y Durán ahora caminan hasta la parada ubicada en la puerta 10 del cementerio general (unos 300 metros). Es la primera fase implementada desde ayer por la operación de la aerovía, prevista para la tercera semana de diciembre.

La modificación de rutas incluyó el retiro de la estación de vehículos intercantonales que estaba situada en avenida Quito y Piedrahíta.

La Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) indicó que el tema es socializado. Pero usuarios como Leonardo de la Cruz desconocían de las medidas aplicadas. “Tras quince minutos de espera, me entero que debo caminar por el cementerio”, expresó el joven, quien labora en La Puntilla.

Las aproximadas 350 unidades continúan por la calle José de Antepara. Los buses provenientes de Durán llegan hasta Alejo Lascano. En ese trayecto se habilitarán 4 paraderos.

El actual recorrido es por José Mascote hasta Piedrahíta, donde suben el distribuidor de tránsito para dirigirse hacia la Pedro Menéndez Gilbert.

Para las unidades provenientes de La Puntilla y La Aurora, el trayecto sobre Antepara llega hasta Quisquís, para seguir con la ruta de las líneas de Durán.

También dentro de la urbe

La operación de la aerovía implica también el cambio de recorrido de nueve líneas de buses urbanos: 21, 42, 46, 55, 62, 67, 89, 116 y 119.

A excepción de la 46, los automotores avanzarán por Rumichaca hasta Piedrahíta, donde hay una parada (segunda estación de la aerovía). Luego tomarán la Quito para retomar el trayecto normal.

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En el caso de la 46 sus unidades circulan por Esmeraldas, giran por Piedrahíta donde suben el distribuidor de tránsito para tomar la oreja vial y desembocar en Julián Coronel y retoman Piedrahíta hacia su recorrido habitual.

La prueba de fuego de los recientes cambios se evidenciará cuando Guayaquil retome sus actividades.