La indignación por el asesinato de Cristina Liliana Balcazar, de 38 años, que tenía ocho meses de gestación, tiene devastados a sus familiares y allegados, pero también sacudió a la comunidad que se ha sumado al clamor de justicia por el atroz crimen.

La tarde del jueves 10 de diciembre de 2020, en la Fiscalía de Santo Domingo se efectuó un plantón para exigir que se investigue esta muerte que podría tratarse de un femicidio, según las primeras investigaciones.

“Asfixia mecánica por estrangulación manual”, consta en su autopsia que determinó que el día de su muerte habría sido el 27 de noviembre, dos días después de que la desaparecieran.

En los últimos mensajes de Whatsapp que Lili intercambió con una de sus primas, al mediodía del 25 de noviembre pasado, antes de ser desaparecida, comentaba que su control prenatal había estado muy bien, que estaba feliz porque faltaba poco para que su primer hijo naciera. Iba a ser un varón. No tenía una relación con el padre de su hijo, pero Lili contaba los días para tener a su angelito en brazos, aún más porque años atrás le diagnosticaron que no podría ser mamá.

El día de su desaparición, tras el chequeo médico, la víctima iba a ir a reaperturar su cuenta bancaria y desde entonces no se supo más de ella. El rastreo de la última conexión de su celular fue ese mismo día en la parroquia Valle Hermoso, ubicada en la misma carretera donde, el lunes 7 de diciembre, su cuerpo fue hallado por un agricultor en el kilómetro 7 de la vía Santo Domingo-La Concordia. (EC)