La inseguridad en El Trébol, centro de Quito, es un mal cotidiano al que se enfrenta Eduardo Tamayo, quien labora ‘enganchando’ pasajeros para una cooperativa de taxis de la zona. Para este hombre, de 54 años, no es raro ver a delincuentes hacer de las suyas, como por ejemplo con la modalidad del ‘bujiazo’.

Justamente un delito de este tipo fue captado en un video que se viralizó en redes y puso en la mira a El Trébol. Se observa que dos sujetos abordan a un conductor cuando el semáforo estaba en rojo y le destrozaron el vidrio para llevarse sus pertenencias.

Sin embargo, según Tamayo, ese no es el único modus operandi de atraco ni el más frecuente. “Lo que hacen los delincuentes es robar en los buses que vienen de Los Valles o de Machachi (Mejía) y se bajan aquí (El Trébol). Luego huyen por la quebrada”, detalla mientras señala la hondonada del Machángara, ruta de escapa de los ‘choros’.

Las medidas

Mauricio Chacón, jefe encargado del Distrito Manuela Sáenz, con respecto al tema del bujiazo explicó que la zona es aprovechada por la alta carga vehicular, pues alrededor de 50 mil autos por día van por El Trébol. “Se esconden en los matorrales y estudian a la víctima. Al identificarla, cometen el acto ilícito”, explicó el oficial.

Para combatir esta y las demás actividades delictivas, Chacón indicó que se desplegaron 40 policías del Grupo de Operaciones Motorizadas (GOM) para un patrullaje continuo.

Sin embargo, este no es el único sitio donde se comete esta clase de delitos. También se ha identificado que estos robos se producen en el ingreso a la avenida Napo y, asimismo, en San Roque (centro de la ciudad).

Por ahora, a pesar de que no hay detenidos, quienes duermen en la quebrada del Machángara han sido desalojados, ya que también forman parte de estos grupos delictivos que meten miedo en El Trébol.