En las paredes, sobre todo de la calle Berrutieta, aún hay huellas del lodo de los 20.000 metros cúbicos que arrasaron con todo hace cuatro meses, en La Gasca y La Comuna, norte de Quito.

Los moradores aún viven con temor por el aluvión ocurrido el 31 de enero. Algunos todavía levantan los muros de sus casas y otros ayudan en esas labores a sus ‘vecis’.

Jesús Cassu es uno de los habitantes que aunque la desgracia lo dejó sin trabajo, porque quedó atrapado en su casa y no logró llegar a su ‘camello’, ahora puede hacer algunos ‘cachuelos’ en construcción en las casas que aún no se terminan de rehabilitar.

“La mayoría ha sido ayuda de empresas privadas. El Municipio sí entregó materiales, pero creo que no alcanzaron para todos”, dijo.

A unas cuadras de allí, Marta Muñoz, dirigente barrial de La Gasca, comentó que “del Municipio cero ayuda”, por lo que incluso han hecho mingas para recuperar algunos espacios públicos como el parque.

“Nos regalaron pintura y con eso arreglamos los juegos y señalizaciones. Nos estamos recuperando, pero solos”, insistió.

La desgracia también ha servido para que los moradores se unan. “Ahora estamos más pendientes de todos. Tenemos chats”, acotó Fabricia Narváez, otra moradora.

Algo que no se ha recuperado es la seguridad. Según Muñoz, el barrio se ha vuelto más peligroso. “Cuando estábamos sin puertas se turnaban para hacer guardias”, relató.

Eso también porque la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) quedó destruida con la avalancha de lodo. Cuando EXTRA visitó el inmueble estaba vacío. “Necesitamos que se rehabilite. Los policías sí hacen rondas, pero no es lo mismo”, espetó Fabricia. 

La Empresa Metropolitana Emseguridad, a través de su departamento de comunicación, dijo a EXTRA que el Municipio sí ha entregado materiales de construcción, pero de forma general.

Se estipuló una cantidad de cemento, arena, bloques, entre otros materiales, para ser repartidos a los vecinos de “manera equitativa”.

Respondieron que, además, se han hecho mingas para recuperar el espacio dañado y que la empresa privada también ha colaborado con aportes.

En cuanto a la UPC, aclararon que es una propiedad del Municipio, pero que fue entregada a la Policía en comodato.

El inmueble está asegurado y ya se estarían haciendo los trámites para que el seguro cubra las reparaciones.