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Quito: se reavivan los miedos por la construcción de cenizario

Moradores de Belisario Quevedo se oponen a la construcción del proyecto. El Municipio emitió un comunicado.

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Los habitantes de siete barrios han realizado varios plantones desde el año pasado.Karina Defas

En el 2021 ya hubo tala de árboles en las proximidades del Cinturón Verde de Quito, un área protegida en las faldas del Pichincha. Los moradores contaron que se trataba de la construcción del cenizario Urkupamba. Se opusieron rotundamente.

La Administración Zonal Eugenio Espejo otorgó en junio de 2020 el permiso de construcción y luego de varias protestas de los vecinos de siete barrios de la parroquia Belisario Quevedo lo anuló en junio de 2021.

Pero esta semana, un día después del aluvión que azotara los barrios de La Comuna y La Gasca, decenas de personas realizaron un plantón en la plataforma financiera del norte de Quito, para exigir el cese de la construcción del proyecto.

"Las laderas del Pichincha deben respetarse, por eso hay desgracias como la que acaba de pasar. En La Comuna están enterrando a sus muertos", dijo Kleber Chalá, dirigente de los Barrios Unidos de Belisario Quevedo.

El municipio de Quito emitió un comunicado, en el que primero aclara que el proyecto no tiene que ver con el aluvión del 31 de enero, para luego informar que la nulidad del permiso se realizó mediante un acto administrativo con errores jurídicos, por lo que "la Procuraduría Metropolitana revirtió el acto". Es decir que la licencia se habría reactivado.

Humberto Lema, presidente del barrio Vista Hermosa, comentó que su objetivo es resguardar las laderas del Pichincha para evitar episodios como los sucedidos en La Gasca. "No queremos que corten los árboles, estamos defendiendo la naturaleza", insistió.

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Anunciaron más medidas de hecho.Karina Defas

El cabildo dijo que es "tajante en que no se permitirá la construcción de ningún proyecto que atente contra la seguridad de la ciudadanía y del medio ambiente", aunque no ha especificado si existe alguna sanción para el proyecto o si se volverá a hacer el proceso de nulidad del permiso.

El temor de los moradores se basa también en la Declaración de Impacto Ambiental presentada por el antiguo proyecto del Campo Santo Altos de la Paz (el primer intento de construcción de un cementerio en 2015) al Ministerio de Ambiente y a la Secretaría de Ambiente, cita como posibles afectaciones a raíz de la construcción el agua subterránea, la fauna y flora de la localidad, y la contaminación del aire, pero establece también parámetros para la mitigación.

El plan ambiental es similar para el Cenizario Urkupamba, pero se conocen pocos detalles adicionales sobre el proyecto.