A Rucu, las terapias le hacen bien. Después de las sesiones, el cóndor más longevo de Ecuador (bajo cuidado humano) mejora su calidad de vuelo y sus alas se extienden con más fuerza. 

Él vive en el Centro de Rescate IliRo de la Fundación Cóndor Andino Ecuador. Allí lo cuidan y lo alimentan, ya que debido a sus condiciones de salud no fue posible su regreso al hábitat natural.

En 1997 fue rescatado e inició su vida en cautiverio. Esto debido a que lo encontraron con una fractura mal osificada y varios perdigones en el cuerpo. Esto impidió que el ejemplar retornara a su lugar de origen. 

Hoy, Rucu tiene una edad estimada de 50 años y recibe tratamientos dentro del centro de cuidado para mejorar su calidad de vida. Como él, son 18 cóndores con distintos tipos de lesiones los que son cuidados por la red de Cóndor Andino Ecuador.

Esto debido a que la especie permanece en un alarmante peligro de extinción. El censo de 2018 determinó que en el país solo quedan 150 aves de ese tipo. Esto sin contar que meses después del conteo, un ejemplar murió envenenado en el páramo.

Lo mismo ocurrió en diciembre de 2019 con otro cóndor de la región. Veinte animales más también perecieron en condiciones similares en Cotopaxi. También han habido otros que han sido víctimas de la cacería. 

Es por esto, que Cóndor Ecuador planea un nuevo censo para conocer las cifras actuales de esta especie. El conteo se realizará en Pichincha donde se concentra la mayor cantidad de cóndores en el país.

Se realizará el 14 y 15 de noviembre bajo la dirección de la Fundación Cóndor Andino Ecuador y el apoyo del  Ministerio del Ambiente y Agua, Unidad de Protección del Medio Ambiente de la Policía Nacional, Municipio de Quito, Bomberos de Quito, Academia y sociedad civil.