Josué Pilay, de 32 años, nunca se imaginó que se acostaría para siempre en una hamaca que su mamá había instalado bajó un árbol, al pie de su vivienda, ubicada en el barrio Nueva Esperanza, en el sector sur del cantón La Libertad.

El reloj marcaba las 12: 45 cuando Pilay decidió salir a reposar fuera del inmueble. 

No había pasado mucho tiempo de haberse acomodado en la hamaca, cuando aparecieron en el lugar tres sujetos en una moto, que aprovecharon que un costado de la cerca del patio de la vivienda estaba el piso y entraron hacía donde estaba su víctima para descargarle una ráfaga de tiros de arma de fuego.

Los vecinos del lugar escucharon alrededor de una veintena de disparos, los curiosos alcanzaron a ver que los sospechosos se subieron en el liviano vehículo para darse a la fuga, por lo agreste de la calle casi vuelcan.

"Salieron a gran velocidad, eran unos muchachos", dijo uno de los presentes, quien prefirió no identificarse.

La Policía marcó en la escena del crimen 18 indicios balísticos, de manera minuciosa se procedió a la investigación respectiva. Se descartó que en el sitio existiera cámara de video vigilancia. Hasta el cierre de esta edición no se informó si el ahora occiso tenía o no antecedentes penales.

Los allegados del occiso no quisieron dar detalles de lo ocurrido, solo se escucharon las lamentaciones y en el dolor los parientes expresaban que la justicia divina castigará a los criminales.

Los asesinatos estilo sicariato en La Libertad habían parado en las últimas semanas, el último hecho se produjo el 17 de febrero en el cantón La Libertad, cuando fue asesinado el colombiano Cristhian Camilo Medina, mientras que su amigo el venezolano Jonny Valero, resultó herido.