En las últimas semanas en Mongolia  se han reportado más de dos casos de peste bubónica. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta patología infecciosa se da a través de pequeños mamíferos contagiados por pulgas que los parasitan. Hay dos vías de infección: bubónica y neumónica. 

La peste bubónica es la más frecuente, se da a través del bacilo de la peste Yersinia pestis. La bacteria entra al organismo por la picadura de una pulga infectada.  Esta se desplaza por el sistema linfático hasta el ganglio más cercano donde se multiplicará.

La OMS recalca que la peste bubónica raramente se transmite entre personas. "Sin embargo, puede evolucionar y diseminarse a los pulmones, causando una forma más grave de la enfermedad denominada peste neumónica", reporta.

Por otra parte, la peste neumónica es más peligrosa debido a que es virulenta y su incubación puede ser en solo 24 horas. Si una persona tiene la enfermedad puede contagiar a otros por las gotículas respiratorias. 

Es primordial que sea detectada a tiempo para que se pueda tratar con antibióticos. El avance es inmediato que, en tan solo 24 horas, la persona empieza a presentar graves síntomas que podrían acabar con su vida. Esta enfermedad tiene una tasa de letalidad entre el 30 a 60 %. 

¿Cuáles son los síntomas?

El diagnóstico solo lo dará el personal especializado en salud, quienes evaluarán los síntomas. La enfermedad se confirma mediante análisis de sangre, esputo (secreción líquida que se produce en los pulmones y se arroja al toser) o pus de la inflamación de los ganglios. Si el examen da positivo, la persona debe ser aislada para evitar la propagación hasta que sea tratada con antibióticos.