En Ecuador existen alrededor de 230 especies de serpientes, de las cuales solo 35 son venenosas y altamente peligrosas. Reportes de pacientes afectados por mordeduras hasta la semana 15 (abril) de 2017, determina que habían 435 casos, mientras que el 2016 hubo 1.716. De estos, 104 se suscitaron solo en Guayas, provincia que junto a Manabí, Morona Santiago y Los Ríos reportan mayor frecuencia de casos.

Frente a esto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de presentar este jueves 23 de mayo un plan de choque para prevenir y atajar esta epidemia. La estrategia incluye un nuevo antídoto, pero también pretende despertar la conciencia mundial sobre esta terrible plaga, que afecta mayormente a ciertas regiones de África, Sudeste Asiático y América Latina, donde la mortalidad se puede reducir un 50 %.

En Ecuador, el Ministerio de Salud Pública implementó a inicios de año un nuevo protocolo de atención de mordeduras de serpientes y picadura de alacrán. Desde el 2010 no se había publicado una actualización del manual. En el reciente, se explica, por ejemplo, el uso del antídoto (suero antiofídico), que anteriormente se lo producía en el país y hoy se importa. Se menciona la variación en la dosificación.

Sobre esto la OMS lleva tres años trabajando en posibles antídotos y está terminando sus últimas evaluaciones, se anunció este jueves en Ginebra, en el marco de la Asamblea Mundial de la Salud que se celebra del 20 al 28 de mayo.

El desarrollo de este contraveneno no es universal ni genérico, sino que requiere una aplicación concreta según de qué mordedura y de qué serpiente se trate, se mencionó durante la presentación.

El plan de la OMS tiene cuatro ejes: almacenar antídoto suficiente en las zonas que lo requieran; promover planes de acción en las comunidades afectadas; reforzar el sistema sanitario y facilitar la cooperación entre gobiernos y fabricantes para asegurarse de que sólo se manejarán productos eficaces.

Se calcula que entre el 70 y el 80 por ciento de la gente atacada lo es en la parte inferior de la pierna, y ello mientras están trabajando o usando una letrina improvisada en el campo durante la noche.

Tras esta primera fase en doce países durante 2019 y 2020, la OMS tiene previsto dirigir su estrategia a 40 países más para suministrar medio millón de unidades de antídotos entre 2021 y 2024. Y lo siguiente sería, con vistas a 2025, cubrir todos las regiones afectadas en el mundo con hasta tres millones de contravenenos que reduzcan la mortalidad en un cincuenta por ciento hacia el año 2030.