Hola, doña Esperancita. Me llamo Juan, tengo 35 años y soy de Guayaquil. Tengo un matrimonio de 7 años y un hijo de 6. Me casé para formar un hogar como todos, pero más allá de eso para componer mi inclinación sexual. Pensé que al comprometerme ciertas cosas iban a cambiar... Desde joven se me hizo difícil tener novia fija, aunque sí vacilé con chicas y lo gocé en su momento. Lo cierto es que todo este tiempo he engañado a mi esposa, ella no sabe que me gustan los hombres. Y tampoco deseo que lo sepa, ya que quisiera tener el valor de cambiar por ella y mi hijo, pero me siento atrapado en un callejón sin salida. Mi familia es muy conservadora y si se enteran sería mi triste final. No soy de tener amantes ni parejas, pero sí frecuento sitios clandestinos de encuentros homosexuales. Lo hago para escapar de la rutina y librarme del estrés del trabajo, pero también porque lo disfruto. Sin embargo, hay ratos que medito y me doy cuenta de que estoy haciendo mal. Desde luego, no soy el único que se encuentra en esta posición, en los lugares que voy muchos van por placer momentáneo, pero todo se maneja bajo discreción. Lo que ocurre es que por desgracia me topé a un vecino en uno de esos sitios, él es soltero y no tiene nada que perder, pero yo sí… Ahora temo que se llegue a saber lo mío. ¿Qué puedo hacer?

Respuesta:

¿O sea que, si el “vecino” no te hubiera visto seguirías en lo mismo? Tienes que actuar con sensatez, si realmente quieres cambiar empieza por tener predisposición y fuerza de voluntad. Déjame decirte que entre el cielo y la tierra nada es oculto… Si tu mujer aún no lo sabe, tarde o temprano, en cualquier circunstancia se va a enterar. Has engañado, has mentido y traicionado a alguien que no se lo merece. Debiste ser sincero desde un principio y si no estabas seguro de tu sexualidad, no te hubieras casado. Al menos hubieses tratado tu caso con algún especialista que te ayudara a ordenar las ideas, eres dueño de tus emociones y acciones, no puedes culpar a nadie por las cosas que haces. Así que ve y hazte responsable de lo tuyo. Si eres promiscuo, estás en riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual, lo cual es peligroso para tu salud y la de tu cónyuge. Una cosa es ser gay o bisexual, otra es ser infiel o adúltero. Evidentemente tienes confusiones que vienes arrastrando desde tu pasado y tu matrimonio es solo una cortina de humo. Empieza a poner seriedad en el asunto y procede como un adulto. Siempre es mejor ir con la verdad, así no le deberás nada a nadie, de lo contrario, serás esclavo de tu mentira. Es necesario que busques ayuda de Dios para hallar la paz y amor que te hace falta. ¡He dicho!