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Buena Vida

El estrés, un culpable de la ausencia del deseo sexual

Esta manifestación puede ser un síntoma de carencia de apetito sexual o simplemente es producto de alguna disfunción.

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Referencial. Las disfunciones sexuales pueden ser ocasionadas por el mal estrés.Internet

Un enemigo mortal del ejercicio pleno de la sexualidad es el estrés, ya sea por sus manifestaciones propias (tensión, mal humor, cansancio) como por su incidencia negativa en la salud general.

La entrega que requiere un acto sexual satisfactorio es difícil, si no imposible, con un malestar físico o un estado de ánimo negativo. Por otra parte, desde una preceptiva puramente fisiológica, durante la respuesta a otras demandas, se produce una baja de los niveles de andrógenos y estrógenos.

“Te juro que es la primera vez que me pasa”; “hoy no, me duele la cabeza”... Son algunas de las excusas que las personas dicen al momento de aplazar una relación sexual por el mal del estrés.

La psicóloga clínica Lorena Hidrovo Chancay menciona que la respuesta sexual es involuntaria, pero entre los humanos se halla condicionada por la conciencia, la voluntad y la cultura. “Las manifestaciones del estrés no se limitan a la tensión nerviosa o a la gastritis. De hecho, una de las más características es, precisamente, la disfunción sexual”.

Esto se da cuando alguien tiene en claro que la situación —económica, afectiva, laboral— lo desborda, incluso es preferible no tener sexo. El riesgo va más allá de una falla imprevista porque esta misma es desencadenante de otras Pero, ¿qué son las disfunciones sexuales?

La experta aclara que son las “dificultades que afectan repetidamente algunas de las etapas de la respuesta esperable”. Una de ellas es la anafrodisia, que simula la ausencia de deseo o insuficiencia de la erección del pene o secreción vaginal. Otra de los problemas sería la imposibilidad de la mujer de llegar a un orgasmo.

“Algunas veces, la disfunción proviene de un daño orgánico pero en todos los casos el factor psicológico es determinante del problema y, sobre todo, de su reiteración. Cualquiera sea su causa, con seguridad va a obstaculizar los siguientes intentos, aún en ausencia del motivo original”, explica la especialista

¿Es bueno tener relaciones sexuales estando estresado?

En una investigación publicada en SciELO, se menciona que el estrés afecta negativamente al sexo. “Las relaciones sexuales o, en su caso, la masturbación son un factor de protección ante el estrés ya que actúan como un ansiolítico natural”.

No obstante, Anna Scola advierte que existe un porcentaje muy pequeño de hombres en los que el estrés les puede provocar conductas sexuales compulsivas y en estos casos sí afectaría de forma negativa a su salud sexual. A lo que Hidrovo hace referencia a no usar el sexo como sustituto de otras carencias, porque lo más probable es que conduzca al fracaso. “Hacer el amor consuela, anima, relaja y muchas cosas más, pero no si se practica a la fuerza, sin hacer prevalecer el deseo”, añade.

A su vez, la publicación de la revista científica describe que el sexo puede ser un factor de estrés. La abstinencia implica una sobrecarga de impulsos insatisfechos, por más que se procuren canalizar hacia otros objetivos.

“En cuanto a la práctica sexual, también suele ser agente estresante. En realidad, si se considera la acepción extensa de la palabra “estrés”, siempre lo es”, finaliza la psicóloga Hidrovo.