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Buena Vida

Pastaza: ¡Cine con raíces amazónicas!

La última grabación busca generar conciencia sobre problemas que afectan a mujeres indígenas, principalmente agresiones de
género

foto de grupo de cine
El estreno del cortometraje Sacha Warmi se realizó en diciembre y un mes después fue expuesto en un foro.Cortesía

En medio de la exuberante vegetación, una mujer invadida por el miedo corre desesperada hasta llegar a un río... Esto es parte de una de las últimas filmaciones realizadas en la región Amazónica con la participación de comunicadores comunitarios de las nacionalidades de Pastaza.

Toda esa trama que se desarrolla en el ambiente natural que ofrece el Centro ecológico Zanja Arajuno, ubicado en el área rural del cantón Santa Clara, es parte del cortometraje Sacha Warmi, dirigido por la cineasta de pueblos y nacionalidades Patricia Yallico.

El nombre de esta grabación significa mujer de la selva y con ella, según explicó la directora Yallico, se trató de “evidenciar la violencia que sufrimos las mujeres en diferentes espacios, en diferentes sectores, en este caso en las nacionalidades y pueblos”, donde este tema no se aborda mucho.

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Muchas de las escenas se hicieron en escenarios naturales.Cortesía

Además de visibilizar las agresiones que viven muchas mujeres, con este trabajo, que fue grabado en una semana aproximadamente, “se busca fortalecer la energía femenina”, en cómo una víctima a pesar de la violencia que enfrenta, de las penurias, saca una “fuerza interna que nos posibilita renacer, fortalecer, crecer, caminar, levantarnos nuevamente y transformar nuestras vidas”, sostiene la cineasta.

La grabación Sacha Warmi es parte de una serie de producciones hechas por un colectivo, la Asociación de Creadores de Cine y Audiovisual de Pueblos y Nacionalidades (Acapana) que desde hace algún tiempo llevan adelante su autorrepresentación a partir de la imagen.

DARLES HERRAMIENTAS

Esta y las diversas grabaciones realizadas en distintos espacios de los pueblos tienen como finalidad dotar de herramientas técnicas sobre el manejo de la fotografía, sonido, iluminación, el arte, la dirección, la actuación a integrantes de las comunidades, “para que ellos puedan asumir la posibilidad de contar sus propias historias”, resalta Yallico.

En la cultura, el cine “es un derecho universal” y por ello, la directora junto a otros productores que han ido aprendiendo en estos últimos años se han acercado a las diversas comunidades para facilitarles este método para que puedan asumir su autorrepresentación.

Sacha Warmi fue realizado en coproducción de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Confeniae), precisó Andrés Tapia, de comunicación de la organización.

Para realizar este cortometraje convocaron a diversos integrantes de las comunidades de Pastaza para un proceso de formación y posteriormente seleccionar en qué área podrían desempeñarse.

Así escogieron a quienes estarían frente y detrás de las cámaras e hicieron el rodaje que forma parte de Minka Audiovisual, proyecto gestado para fortalecer el cine de los pueblos y nacionalidades en la Costa, Sierra y Amazonía. (IC)