Las redes sociales son parte de la vida moderna, y la mayoría de las personas que hoy consideran o se enfrentan a un divorcio tienen al menos una cuenta de red social activa.

No hay nada de malo en permanecer activo en Facebook, Twitter, Instagram u otras plataformas durante y después del divorcio. El detalle está en publicar todo lo referente a su vida personal. Así lo explica el abogado Silverio Rodríguez.

El jurista —además— explica que cada vez son más frecuentes las parejas que se ven en conflictos o enfrentan una crisis porque han descubierto un comportamiento inadecuado al stalkear las redes sociales de su cónyuge.

“Lo peor en muchos de los casos, es que, al descubrir una infidelidad, muchas de las parejas agraviadas hacen público el “descubrimiento” en sus propias redes sociales, lo cual también es algo que viene a complicar el alcance de un acuerdo o solución que pueda salvar la relación”, precisa.

Incluso antes de que el divorcio esté cerca, las redes sociales tienen un impacto en el matrimonio. La Universidad de Boston —junto con otras organizaciones de investigación— realizó un estudio para revisar la correlación entre las tasas de divorcio y el uso de Facebook.

En todos los estados, y en cada modelo analítico utilizado, el equipo notó que a medida que aumentaba el uso de las redes sociales, la calidad del matrimonio disminuía.

Los investigadores afirmaron que los individuos que pasan más tiempo en las redes sociales tienen en promedio menores niveles de felicidad matrimonial y han pensado más veces en dejar a sus parejas que aquellos individuos que pasan menos tiempo conectados.

El especialista advierte que, según su experiencia profesional, los casos de adulterio que nacen en el mundo online suelen darase dentro de la plataforma social más popular del mundo.

Rodríguez acierta que cualquier post compartido en redes puede ser usado en contra a la hora de que una persona se presente en la corte para disputar las condiciones de un divorcio.

“Hay que tener en cuenta que cuando hay un divorcio, el demandante tiene la obligación de dar una razón que explique la ruptura del matrimonio. En este sentido, el comportamiento irracional es una de las razones que se pueden aportar. Además, cualquier publicación en Facebook u otra red social puede ser utilizada en contra a la hora de disputar las condiciones de un divorcio”, explica Rodríguez.

Asimismo, una publicación de Cyber Psychology and Behaviour Journal advierte que la influencia del mundo 2.0 en la vida de pareja es tan grande, que más de 20 millones de personas en el mundo terminan sus relaciones por causa de las redes sociales, especialmente Facebook.

La razón es que estas plataformas son un espacio de interacción que además desencadena actividades que afectan la vida de pareja como el robo de información, identidad, bullying o cibersexo.

Ante ello, Rodríguez recomienda hacer un uso adecuado de cualquier red social para evitar caer en la tentación.