Este domingo celebrará su cumpleaños 41, pero este año no habrá un gran festejo. Al contrario, el exboxeador Luis Castillo dará una nueva ‘vuelta al sol’ en medio de deudas y desempleo.

La pandemia lo dejó con los bolsillos vacíos. Así comentó a EXTRA el campeón de boxeo de Fuerzas Especiales, puesto que después de adeudar ocho meses de renta, al oriundo de San Lorenzo no le quedó más alternativa que dejar su vida en Quito para volver a su tierra natal.

“La dueña de casa me quiso sacar a la fuerza. Me quiso poner candado con mis cosas adentro, pero la Policía no se lo permitió porque en época de emergencia eso no se puede hacer. Así que me voy a buscar mejores días”, indicó el púgil.

El Tigre pasó la mitad de la emergencia sanitaria en San Lorenzo y regresó a la capital solo para empacar algunas de sus pertenencias. En Quito estaba trabajando como entrenador de alto rendimiento, pero la pandemia lo dejó sin contratos y, por ende, sin empleo.

Castillo tiene un proyecto en mente: poner una escuela de boxeo para formar campeones desde la niñez. De hecho, su primera experiencia con futuras promesas es con sus sobrinos, Akon, de 7 años; y los gemelos Mateo y Esteban, de 3. “Sería lindo tener unos campeones del mundo que sean gemelos. Ellos me imitan en todo lo que hago y tienen aptitud para el boxeo”, contó.

También jugó fútbol

Padre de cuatro hijos, Castillo se formó como infante de la Marina y fue allí donde dio sus primeros pasos en el boxeo. Quedó campeón de Fuerzas Especiales, derrotando a los contendientes representantes del GOE, el GIR y la Policía.

Luego llegó a unos Juegos Nacionales y se volvió profesional, aunque su carrera fue corta porque su verdadera habilidad estaba como técnico.

Se retiró hace dos años tras enfrentar a quien fue su alumno: Roger Guerrero.

De adolescente, formó parte de las inferiores de El Nacional, pero descubrió su verdadera pasión en los puños. “Como buen nacido en San Lorenzo, me formé en el fútbol”. (PCD)