El Palmeiras, de Brasil, contrató al futbolista ecuatoriano Jean Carlos Quiñónez porque en el Norte América, de Guayaquil, destacó como goleador. Era extremo por derecha, pero tras su primera práctica con el 'Verdao', su intensidad para recuperar y su buen manejo del balón decantaron a su técnico Vanderlei Luxemburgo y lo retrasó a la posición de volante.

El tricolor, de 18 años de edad, fue fichado para integrar el equipo de las formativas de los brasileños. El club necesitaba un delantero habilidoso, aunque cuando lo probaron de mediocampista dejó tan buena impresión que enseguida lo apodaron Garrincha, recordando a la gloria brasileña de los años 50 y 60 .

 Luego de un mes le dieron la mejor noticia que él mismo se encargó de difundir: “Me ascenderían al primer plantel y eso me tomó de sorpresa”.

“Como la mayoría de ecuatorianos, nuestro físico nos ayuda para sacar ventaja, aparte de que soy rápido. Soy extremo, pero a ellos les gusta como juego de ocho. Me dijeron que necesitan un volante de marca y tengo la intensidad para recuperar el balón y les gusta la manera en la que salgo jugando”, aseguró emocionado el ‘pelado’, quien fue ascendido junto a otros 6 compañeros, donde también está su compatriota Erick Plúas.

Se está forjando con Melo

Quiñónez recalcó que esta posición, en la que lo están probando, es nueva para él. Siempre le agradó retroceder hasta el centro del campo porque le gusta armar la jugada y es comprometido con la marca; por esa razón, para que su adaptación se le haga más fácil, lo pusieron a jugar junto a los exseleccionados brasileros Felipe Melo y Ramires Gil Santos, dos de los referentes del club. Melo lo apadrinó y en cada entrenamiento lo aconseja.

“Juego al lado de él. Siempre me está hablando en los entrenamientos y me da consejos cuando fallo una jugada. Me dice que piense más, porque a veces hago bien la jugada, pero no la completo porque se me nubla la mente. Me dice que me tome mi tiempo y que piense bien cuál es la decisión que voy a tomar. Es magnífico jugar al lado de este jugadorazo. Se aprende mucho”, destacó con asombro el ecuatoriano.

Con sus compañeros no es ‘rajero’

Melo se ha caracterizado por ser uno de los volantes de marca más rudos del fútbol mundial, pero Quiñónez aseguró que en los entrenamientos es un ‘tierno corderito’. A sus compañeros de equipo no les entra con la misma intensidad que lo hace en los partidos oficiales. Es más, es el primero en dar la arenga y apoya a todos los jugadores.

“En la intimidad no es nada como lo pintan en la televisión. Por todo lo que había visto de él, pensé que era serio y bravo, pero es súper humilde. Si un compañero falla o le pasa algo, él es el primero en ir a mostrar su apoyo. Es el líder del grupo y nos enfoca en ganar. En el entrenamiento no va con tanta fuerza, entre compañeros no nos podemos hacer daño”, dijo entre risas el tricolor, quien se ha trazado como meta formar la selección mayor de Ecuador.

Garrincha Quiñónez tenía como referente al delantero francés del FC Barcelona, Ousmane Dembélé, puesto que quería copiar su forma de jugar, pero ahora se enfoca en ver el estilo de juego de Paul Pogbá. “Ahora miro a Pogbá para aprender los movimientos. Vamos a ver si sale el futuro Pogbá ecuatoriano”, manifestó entre risas.

Su mamá lo marca a presión

No es la primera experiencia que tiene Jean Carlos Quiñónez en el fútbol internacional, pero todos los días en la noche, a las 21:00 de Ecuador (23:00 en Brasil), hace videollamada, por medio de Whatssapp con sus familiares porque “los extraña”.

“Pronto espero estar con ellos. Mi mamá me dice que vaya a descansar porque a veces es tarde cuando hablamos, que me porte bien y que no me desgaste porque al otro día tengo que entrenar. Hay que hacerle caso a la jefa”, finalizó entre risas.

El ecuatoriano Jean Carlos Quiñónez comparte plantilla con su compatriota Erick Plúas, quien llegó primero al Palmeiras, y ambos fueron ascendidos al primer plantel de los brasileños.

Los ‘pelados’ Quiñónez y Plúas no habían jugado juntos, pero en el Verdao se han destacado haciendo dupla en el centro del campo.

“Ya estamos jugando el campeonato. Ahorita somos apoyo para el primer equipo, por eso estamos entrenando con ellos. Ya tenemos cinco semanas entrenando con el primer plantel y con Plúas hemos jugado juntos, nos compenetramos bien en las jugadas”, explicó el tricolor.

Garrincha recordó que cuando llegó al club brasileño Plúas no lo conocía, pero cuando supo que eran compatriotas se dieron un saludo como si fueran hermanos. “Me acuerdo que me preguntó si era de Ecuador”, dijo entre risas.

Ambos comparten habitación en el hotel de club, en São Paulo, Brasil, por eso en varias ocasiones han salido en busca de comida ecuatoriana, la cual no han encontrado por ninguna parte de la ciudad más grande y poblada (12’106.920 habitantes) de Brasil.

“Extraño prácticamente todo de la comida de mi tierra (Ecuador). El pescado, la guatita, el corviche, por acá no hay nada de eso. Con Plúas hemos salido a buscar restaurantes ecuatorianos, pero solo hemos encontrado comida peruana, que sí la hemos comido porque se asemeja a la ecuatoriana. Ya en cualquier momento cocinamos porque hacen falta los manjares ecuatorianos”, manifestó Quiñónez.