Spiderman nunca se fue. Es memoria, pero también realidad. George Tenorio atesora una máscara del popular superhéroe que se la coloca sobre el rostro cuando corre a celebrar un gol, como lo hacía su padre Otilino, el recordado Otigol, cuando anotaba con Emelec, El Nacional o la Tricolor antes de morir en un accidente de tránsito el 7 de mayo de 2005.

“Estoy ligado a la misma pasión de mi papá porque tengo un compromiso con él, más que con el fútbol, lo tengo con él porque quiero continuar con lo que hizo. Todos los momentos al lado de él fueron muy especiales. Aún lo recuerdo jugando y entrenando, como si fuera ayer. Estuve en todos los estadios del país (Ecuador) porque siempre me llevaba. Vivía con él la alegría, las derrotas, el ambiente del camerino”, cuenta con emoción Otilino Jr., aquel tierno niño que bailaba los goles de su papá en el borde de la cancha del Capwell y que hoy es jugador (actualmente sin equipo) como el ‘Spiderman del Gol’.

Cada tercer domingo de junio (el Día del Padre) se convierte en un día especial para Jordy, como también lo conocen en el balompié, debido a que las memorias de su progenitor cada año se hacen más fuertes.

A pesar de la pronta partida del exdelantero (a los 25 años), Jordy asegura que nunca ha dejado de sentir la presencia de Oti y, sobre todo, cuando está de cara al arco, ya que comparten la misma pasión, ser futbolista, e incluso la misma posición, delantero y goleador. Lamenta no haber podido jugar juntos -como profesionales- una ‘pichanga’, pero mucho más que se haya ido en el mejor momento de su carrera.

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“Con el pasar de los años no hubo un momento en el que me sentí solo, porque mi papá me acompaña en cada cosa que hago. Su memoria sigue viva en mi mente como el momento cuando celebramos el título de Emelec (2002) en el Capwell. Ver la emoción de mi padre y estar junto a él es uno de los momentos más especiales. En cada gol lo tengo presente y siento su apoyo. Incluso lo llevo plasmado en mis canilleras para sentir que él juega conmigo”, indica con una sonrisa inocente que alivia.

Oti lo llevaba a todos los partidos cuando jugaba en Emelec y también a las prácticas, lo cual le permitió ver la constancia que tenía el Spiderman del Gol para mejorar su técnica frente a la portería, una de las enseñanzas que le dejó su padre, según Jordy. Cierra los ojos y todavía puede ver a su padre corriendo tras el balón.

“Lo que más aprendí es su constancia. La gente no sabe que él no siempre fue así. Mi papá al principio tuvo problemas porque no era habilidoso, obviamente lo tenía, pero lo tenía escondido porque no lo había trabajado. Al principio no le salía nada, pero yo vi cómo se esforzó en las prácticas para mejorar. Se quedaba de largo entrenando”, cuenta.

La máscara le da fuerzas

En honor a su papá, Jordy usa la famosa máscara Spiderman cuando marca un gol, la misma que usaba Otigol. Se ha convertido en su amuleto.

“Eso no se puede perder, aparte que es una manera de recordar sus goles. Y la van a volver a ver en la selección (Ecuador). Esta me da fuerzas en la cancha”, augura con picardía el primero de los tres hijos de Otigol (Andy y Erick).

Oti estuvo en Alemania 2006

“Me sentí muy emocionado porque era Kaviedes, no era cualquier otro jugador. Ese gesto me hizo sentir que mi papá fue al Mundial y que marcó ese gol (entre risas). Mi padre estuvo presente en el Mundial como la gente lo quería ver, pero de una manera distinta”.

Pero Jordy no entendía en ese momento por qué el Nine tuvo ese gesto con su padre, ya que ellos solo coincidieron en el primer equipo de Emelec en 1998.

“Ellos no eran de la misma camada. Ahora de grande vi una entrevista donde él (Kaviedes) hablaba de mi papá y decía que obviamente no eran amigos porque no eran del mismo año, pero él admiraba mucho a mi papá porque se dio cuenta de que era un gran ser humano”, explica George.

Otigol los impresionó en el primer partido

Jordy aseguró a EXTRA que su ‘tío’ Wilson Carabalí (1996-2002 en Emelec), como lo considera porque no son familia de sangre, le contó el día que su papá impresionó al primer plantel de Emelec, presentación por la cual fue ascendido. Carabalí apadrinó al Spiderman del Gol.

“Mi tío Carabalí me contó que mi papá los dejó impresionados en un partido amistoso que jugó la reserva contra el primer equipo de Emelec, porque se dio cuenta de que mi papá era correlón, un jugador que las peleaba todas, que proponía. A partir de ese momento nació la oportunidad para mi papá, aparte que mi tío lo apadrinó y habló bien de él”, manifestó entres risas.