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Farándula

Aladino: "¡Nada de tristezas en Navidad!"

El llamado 'Mago de la rockola' transforma su tema insigne de estas fechas y lo vuelve alegre y bailable

Aladino, El Mago de la Rockola
Aladino, El mago de la rockola tiene 44 años de carrera artísticaGRANASA

Sus canciones son consideradas ‘corta venas’. De esas que se acompañan con un buen trago junto a los panas. Pero Aladino, El mago de la rockola, confiesa que no quiere más tristezas en este tiempo, por lo que a su tema Triste Navidad, que suele sonar con fuerza en estas fechas, lo revistió de alegría y buen ritmo.

Enrique Vargas Mármol, de 66 años, escribió y grabó la canción hace 4 décadas. Habla de un padre que lamenta no tener qué darle a sus hijos en Navidad. Ahora, hizo cambios a la letra y hasta la hizo bailable.

¿Por qué cambiar el tema Triste Navidad ?

La canción la grabé en 1981 y se convirtió en un tema característico de estas fechas. Pero no quiero una Navidad triste, basta con lo que pasa actualmente. Le cambié la letra y la hice en versión tropical con la orquesta de Dixon Franco.

¿Y cómo se llama ahora?

El nombre también se lo cambié. Ahora es El año está terminando. Tiene un toque bastante bueno y se deja bailar.

Con 44 años de carrera artística, ¿qué le falta por hacer?

Empecé en 1977 y el tiempo se pasó de la noche a la mañana. Estos años que me quedan los voy a seguir invirtiendo en la música, tengo el don de hacerlo, las ganas y las fuerzas para seguir. Se venía un Aladino sinfónico y una novela sobre mi vida, pero todo se detuvo por la pandemia. Ahora he retomado el diálogo para ver qué pasa.

¿Qué le gusta más de su vida artística?

El público, porque de lo contrario no estuviera donde estoy. Es el complemento de cada una de mis canciones, las han convertido en éxitos, si no a todas sí a una gran mayoría. En estos 44 años he trascendido generaciones, incluso tengo público en la edad de 20 a 25 años que también me sigue.

¿Y lo que no le gusta?

La indisciplina. No bebo, no fumo, lo que hago es cumplir con mi trabajo y espero que me cumplan. Hay gente que no respeta los horarios del show y otros que se retrasan en el pago.

¿Cómo se puede cantar música rockolera, estar entre gente que toma licor, sin que le guste echarse un trago?

(Risas) No está escrito en ninguna parte que hay que beber para poder cantar el género rockolero.

Pero es un tipo de música a la que se la asocia con el licor...

Soy abstemio, siempre lo he sido, no me pasa el licor. A estas alturas la gente me respeta, no me exige que beba en las presentaciones.

¿Cree que la música rockolera ya superó los prejuicios?

Siempre van a estar ahí. No he sido víctima de prejuicios, si me llaman es porque me respetan, me quieren escuchar.

¿Por qué cree que en algún momento se pensó que Aladino era gay?

Pudo ser porque me vestía con camisas de colores, pantalón y zapatos rojos, en una época que no era usual. Luego saqué la canción Que me perdonen las dos y en cambio dijeron que era mujeriego.

¿Qué pasó con esa canción?

Dos chicas que andaban conmigo me pegaron y ahí se dijo que me pegaron por mujeriego.

¿Cómo tomó esos comentarios?

Venía de un hogar muy disciplinado y sabía lo que me esperaba porque mi papá, un licenciado de Filosofía y Letras, me advirtió que si quería cantar esa música tenía que estar preparado. Me puso de ejemplo a Julio Jaramillo, que tuvo que irse del país por tantas cosas que hablaban de él.

Se dice que ser artista no es rentable en Ecuador ¿Cómo ha hecho para vivir de la música?

Desde el año 1977 vivo de la música. Tengo varias facetas. He actuado en novelas, series de televisión, soy locutor de radio, animador, compositor, pero principalmente un artista, porque vivo del arte.

¿Qué significa para usted el tema Penas?

Fue un éxito en ventas. Lo grabé en 1982 y sigue gustando, es como mi bandera, si no la canto la gente dice que no es show. Una vez me tocó cantarla tres veces en una presentación.

¿Y la bachata con su pasito característico?

Fui el primero en traerla al país en 1991. Decía que la de Juan Luis Guerra era bachata y que la mía era orchata (risas). Le clavé el pasito original mío, me puse el sombrerito y se lanzó a nivel nacional. Muy personal, muy mío. No había redes, pero fui el pionero y me hice viral con mi bachata en todos los canales y la radio.