SUSCRIBIRME POR $1/ 1 MES

Exclusivo
Farándula

Débora Cárdenas se siente bella con sus 50 tatuajes

La exparticipante de ‘MasterChef Ecuador’ habla de sus fotos sexis, de su faceta como escritora y hasta del amor propio.  

debora ya
El 23 de junio cumplió 27 años. Es de familia española y lojana. Sus escritores favoritos son Isabel Allende y Haruki Murakami.Angelo Chamba

Describe a su cuerpo como un lienzo, al que ha ido llenando de experiencia y decisiones, entre esas sus tatuajes. La influencer Débora Cárdenas, exparticipante de la primera temporada de ‘MasterChef’, habla de su vida, la sensualidad y las críticas.

Hace algunos años se dedicaba a realizar desnudos artísticos para tener ingresos, y aunque en la actualidad sus seguidores de Instagram le piden que cree una cuenta en la plataforma para adultos OnlyFans, ella asegura que prefiere no hacerlo, por su exposición pública y la familia.

Describe al cuerpo como un lienzo. ¿Cuántos tatuajes ha plasmado en él?

Mi primer tatuaje fue a los 17 años y hasta un punto existe el sentimiento de arrepentimiento, no porque me tatué, sino porque no sabía en dónde, con quién o cómo tatuarme (...) Tal vez tenga entre 50 y 60 tatuajes. Llegas a un punto en el cual ya no sabes cómo contarlos, todos se unen.

¿Hay uno en especial?

Creo que el tatuaje más significativo no existe, pero existe el brazo más significativo: el brazo de la vida, que es mi brazo derecho, el cual es un cúmulo de tatuajes contando varias etapas de mi vida, desde el nacimiento hasta la muerte. En él tengo un poema porque me agrada la escritura, una amapola que me recuerda a mi abuela, un árbol seco que es cuando me sentía así, una flor japonesa que representa mi renacer y un dibujo de Ratatouille, que es la cocina.

Pero no solo en su cuerpo hay arte, también escribe...

Sí, empecé a los once años a raíz del divorcio de mis padres. Con el pasar del tiempo me enfoqué en la poesía y algunos géneros. Llegué a tener blogs y así empezó todo. Sin embargo, la vida de artista pasa factura en este país. Para ser un artista debes ser hippie o drogadicto y era algo en lo cual ya no me sentía cómoda (superó su adicción), así que empecé a escribir para revistas virtuales de política y economía. Es una faceta que abandoné, por amor a mi misma. También estudié literatura.

¿A qué se está dedicando?

A las redes sociales. La pandemia detuvo mucho mis planes, pero espero retomar lo que me gusta, que es la cocina. También hago comerciales de televisión con diversas marcas.

En redes sociales vemos sus publicaciones de fotografías sensuales. Incluso le han pedido que se cree una cuenta en OnlyFans...

Sí, es increíble cuántas veces me lo han pedido. Ahora no lo pienso hacer. Creo que como figura pública, y más que todo como hija, no lo veo loable, es algo que se debe pensar. Hay que aceptar las consecuencias y no me siento capaz de poder aguantar ese tipo de ritmo de vida. No lo descarto, pero ahora no lo veo loable.

¿Se considera sexi?

Si no me creo guapa y sensual, nadie me lo creerá. Todo es actitud. Si ves a una mujer hermosa inconforme de sí misma, inmediatamente se vuelve menos apetecible. La cuestión es que te lo creas y así será.

En redes sociales siempre habrá quienes critiquen esa manera de ver la vida. ¿Usted ha soportado este tipo de comentarios negativos?

Sí, pero mi filosofía en ese aspecto es distinta. Había una filósofa judía llamada Ayn Rand que decía: “Prepárate para juzgar y ser juzgado”. Quiero decir que todos lo hacemos, todos juzgamos; y quien diga que no, es hipócrita. Juzgar es parte de discernir qué es lo que queremos y no en nuestra vida. El problema no está en juzgar, sino en hacer buenos juicios. Si juzgas mal, solo te conviertes en un tarado y eso es lo que molesta.

¿Es de las que piensan en medidas perfectas, o de las que se aman tal y como son?

No está mal tener un cuerpo 90-60-90, no está mal ser más delgada o más rellenita. El problema radica en los extremos. Ni la anorexia ni la obesidad son sinónimos de aplausos, no hay que normalizar estas enfermedades que te matan. Está bien aceptarnos tal cual somos, pero si podemos arreglar un poco nuestra presencia o nuestro estilo de vida, es algo que se debe hacer. He visto cómo muchas personas salen en TikTok y normalizan ser gordos o el descuido consigo mismo, llamándolo amor propio. En ‘MasterChef’ estaba subida de peso; no era obesa, pero no estaba bien. Amarte también significa cuidarte.