El 2021 fue un año difícil para Henry Bustamante, presentador de En Contacto, de Ecuavisa. Perdió a su padre Darío y a su amigo Efraín Ruales. Además, contrajo covid-19 y llegó a sentir que la muerte lo estaba rondando.

Pero no todo fue dolor para Henry, de 42 años. También tuvo grandes satisfacciones tras viajar a Turquía, a cubrir la final del reality ‘El Poder del amor’.

En Ecuavisa tiene 16 años. Comenzó como asistente de producción y de ahí pasó a ser reportero del matinal del cual ahora es presentador.

¿Cómo fue el 2021 para usted?

De aprendizaje. Empecé en enero con pérdidas. Primero el fallecimiento de Efra (Ruales), que fue una cuestión muy dura, y días después, mi papá. Me dio covid-19 y como venía sintiendo la muerte tan cerca, sentí que también me iba a morir. Ahí viene el aprendizaje que nos obliga a sacar lo mejor y a valorar lo que tenemos.

¿Cómo vivió la partida de Efraín?

Ausentarme del canal fue una terapia. Me alejé por lo de mi padre y eso me ayudó a asimilar la situación de una manera distinta. Mis compañeros tuvieron que continuar, y durante un mes se hablaba de él. Viendo desde afuera me preguntaba: ¿Cómo hacerlo? Porque es muy difícil.

Se dijo que En Contacto sacaba ventaja con la partida de Efraín, ¿cómo sintió esos comentarios?

Es muy difícil tener contenta a toda una audiencia. Se tuvo que tomar distancia, pensando en la familia. Ahí fue lo contrario, hubo gente que decía ya se lo había olvidado. Efra era una figura pública que estaba en el mejor momento de su vida y era justo rendirle ese homenaje.

¿Esperaba su viaje a Turquía a finales de noviembre?

Me sorprendió, y lo mejor es que yo no lo busqué. Soy muy entregado a mi trabajo y cuando comenzó el reality me involucré mucho. Nadie me puso al frente sino que empecé de metido entrevistando a los participantes ecuatorianos. Fue un éxito y surgió la idea de viajar a Turquía en septiembre, pero no se concretó y solo fue posible en noviembre.

¿Cómo fue esa experiencia?

Soy muy honesto, no es que me emocioné ni nada parecido, porque diciembre es un mes en el que acá trabajo mucho en eventos. Ya tenía algunas propuestas de trabajo y tuve que cancelar. Estoy muy agradecido porque ha sido una de mis mejores experiencias. Estando allá entendí que fue un maravilloso regalo.

¿Qué tanto era show y realidad en el programa?

Me costaba creer ciertas situaciones y me tomaba mi tiempo para dar un comentario. No hay un libreto como se cree, no están imitando situaciones de otros países. Lo de Mare y Andreína ojalá fuese ficción.

¿Son reales las discrepancias entre ellas?

Entre las dos hay diferencias marcadísimas. Mare habla de acercamiento, no sé qué tan real sea fuera de cámaras, pero a Andreína se le nota resistencia.

Usted tuvo inconvenientes por sus comentarios...

Nunca había vivido una experiencia así. En las redes sociales hay un público violento que no mide las consecuencias. A mí me han insultado de una forma terrible, fue muy difícil porque nunca me había enfrentado a eso.

¿Qué tiene de nuevo para este año?

Estoy echándole cabeza al tema digital, fortalecer y aprovechar ese camino porque la televisión no es para siempre. Estoy madurando la idea de ir por ese lado y hacer un camino como lo hizo Alejandra Jaramillo, que está haciendo comunicación manejada desde las redes.