El dolor físico es pasajero, el temor que la invade no. La modelo Martha Quiñónez explica que jamás olvidará que el 10 de enero pasado pudo ser parte de la lista de femicidios en el país.

Su expareja, con la que procreó dos hijos, supuestamente intentó apuñalarla frente a ellos, cuando se estaba bañando en una piscina, en los exteriores de su domicilio en Guayaquil.

Martha se separó del sujeto hace tres años, porque ya tenían problemas en el hogar, pero él podía visitarlos los fines de semana, por lo que pensó, que aquel día iba a eso. 

“Tengo temor. Él vino a matarme (...) apareció en mi casa para molestar y a quererme dar una puñalada en el cuello, pero mi mamá metió la mano, por eso salió herida y le cogieron cinco puntos de suturación. Vino con la mentalidad de hacerme daño. Hizo tres intentos de apuñalarme”, narra Martha.

Para ella, todo fue sorpresa. El hombre no la había amenazado, ni le daba señales de que eso pudiera pasar.

Martha recalca que la relación que tuvieron quedó en el pasado, tanto así que ambos rehicieron su vida, pero “creo que él no es feliz y por eso quiso hacer eso”.

“Temo por mi vida. Mis hijos aún necesitan a su madre. Es hora de que se frene la violencia a la mujer”, finaliza.