La tarde del viernes 31 de marzo, la Policía confirmó que uno de los cuatro cadáveres hallados en una casa de Punta Blanca, provincia de Santa Elena, pertenece a Rubén Cherres, investigado por la Fiscalía por supuestos vínculos con la mafia albanesa e implicado en el caso Encuentro.

El primer cuerpo que alertó del macabro hecho fue el de Juan Ángel Perero, guardián de un inmueble. Al custodio lo fue a buscar un compañero y se llevó tremenda sorpresa al descubrirlo cerca de la cocina maniatado y con varios tiros.

El hombre yacía en un pequeño anexo de la villa que tiene vista al mar, mientras que las otras tres personas, dos hombres y una mujer estaba en el área principal del inmueble. La casa estaba cerrada y nadie se percató del crimen que pudo haber ocurrido en horas de la madrugada del viernes.

Testigos de la zona indicaron que Perero se lo vio con vida hasta horas de la noche del jueves cuando al lugar llegaron los tres inquilinos. Al guardia se lo halló maniatado y con varios tiros en su cuerpo

"La casa había Sido arrendadas a esas personas desde hace cuatro meses, por lo general ellos llegaban los fines de semana a pasar en la playa. Por aquí no escuchamos disparos", señaló el guardián de una villa en aquel sector.

La Policía llegó al sitio una vez que se dio la voz de alerta y empezaron las pericias. 

El hecho causó gran conmoción en los turistas llegaron al balneario y se encontraron con la tremenda novedad.