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En un tiroteo se bajaron al ‘chamo’

Una persona fallecida y otra herida fue el resultado de este suceso en una gasolinera de El Dorado, en Tumbaco, nororiente de Quito.

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El joven murió en una balacera dentro de una gasolinera. Su pana resultó herido. Los policías ya identificaron a los implicados.CORTESÍA

Rubén Padua murió por una herida de bala en el tórax. El venezolano, de 18 años, no sobrevivió al tiroteo perpetrado por dos sujetos en una gasolinera de Tumbaco, en el nororiente de Quito.

El viernes 1 de julio, los allegados de la víctima recibieron sus cenizas, luego de su cremación. Tenían previsto llevarlas a su país natal.

El ataque sucedió en el sector de El Dorado, la tarde del miércoles 29 de junio. La policía ya tiene identificados a los implicados y los está buscando. Un video de seguridad de la estación de servicios forma parte de la evidencia. Allí se puede observar cómo los sospechosos huyen a pie de la escena.

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Segundos antes de la balacera, Padua estaba parado en el estacionamiento de la gasolinera, cuando apareció el atacante con un arma de fuego. Disparó más de seis veces, según los testigos del hecho. Luego otro sujeto, también armado, atentó contra el pana del joven.

Padua y su amigo fueron llevados a una casa de salud del sector. Sin embargo, horas más tarde se confirmó el deceso del primero. Mientras que el herido permanece asilado con pronóstico reservado. Al parecer, su cuadro es delicado.

EL MOTIVO DEL ATAQUE

Según el comandante Diego Quiroga, la causa fue una disputa entre bandas dedicadas al microtráfico de droga en la zona. Uno de los atacantes tiene antecedentes penales por delitos ligados al tráfico de sustancias ilícitas.

“La gente del sector lo conoce”, agregó Quiroga, quien descartó la hipótesis de que el hecho de sangre se tratara de un intento de robo.

Luego del incidente, los vecinos del lugar están ‘paniqueados’. No es la primera vez que delincuentes se dan bala en esa estación de servicio. En febrero pasado, un asalto a un cliente ocasionó un tiroteo y dejó con los nervios ‘destrozados’ a los residentes.