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Es el primer día de los 60 de la vigencia del estado de excepción decretado por el presidente Lenín Moreno en respuesta a las protestas.Alfonso Albán / Extra

Guayaquil amaneció con poco movimiento

Es el primer día de los 60 de la vigencia del estado de excepción decretado por el presidente Lenín Moreno en respuesta a las protestas.

Parece un domingo de feriado. Calles vacías, pocos vehículos transitando, ningún bus y uno que otro transeúnte. A las 06:00 de hoy, 4 de octubre de 2019, ese era el panorama en Guayaquil en el segundo día de paro de transporte y luego de una intensa jornada de protestas, bloqueo de calles y saqueos en varios puntos del Puerto Principal.

Es el primer día de los 60 de la vigencia del estado de excepción decretado ayer por el presidente Lenín Moreno en respuesta a las protestas.

A diferencia de un buen domingo de feriado, la Terminal Terrestre de Guayaquil estaba igual de desolada que las calles. Locales cerrados, boleterias cerradas, andenes vacíos.

Unos cuantos pasajeros esperaban un milagro para poder llegar a sus trabajos. María Sánchez, funcionaria pública, trabaja en el cantón El Triunfo. Aguardaba en uno de los asientos de la terminal esperando a una compañera para acordar qué hacer.

“Está todo cerrado. Estoy esperando que se solucione. No sé qué pasará”, dijo.

A quien también tomó por sorpresa el paro es al ciudadano venezolano Ricardo Santiago. Quiere llegar a Huaquillas para seguir su trayecto a Perú. Lleva 20 días en Guayaquil esperando la visa peruana, pero el paro lo obliga, de momento, a quedarse en la terminal de buses junto a otras personas. “No sabemos si habrá buses más tarde. Con el favor de Dios esperemos salir hoy de Guayaquil”.

El puente de la Unidad Nacional estaba despejado, así como el tunel del cerro Santa Ana que conecta al norte con el centro de Guayaquil. La Metrovía reinició el servicio de transporte suspendido la tarde de ayer cuando iniciaron los desmanes en la ciudad.

En este recorrido que realiza EXTRA por la ciudad no pudo visualizar la presencia de militares ni en el aeropuerto, ni en la Terminal Terrestre, zonas consideradas vitales para el funcionamiento del país.