No tenía ni un solo centavo en su bolsillo, pero se atendía como una millonaria. Anna Sorokin creó todo un espectáculo para probar que pertenecía a la elite del círculo social.

Sorokin contaba a sus amistades y conocidos historias diferentes del origen de su supuesto dinero. Tan bien le salió su trama que durante buen tiempo la mujer logró realizar declaraciones falsas en los bancos para recibir un préstamo de 22 millones de dólares.

Por esta razón, la mujer, de 28 años, vivía en un apartamento lujoso de Nueva York y hasta daba billetes de 100 dólares como propina a los conductores y conserjes. ¡Quién iba a pensar que todo era una farsa!

Pero a Sorokin le llegó la hora de caer en su mentira. Según contó el medio digital Infobae, la mujer fue descubierta y el miércoles pasado tuvo que declarar ante el juzgado estadounidense que, para pertenecer a la alta sociedad, estafó a varias personas y negocios. Ahora está acusada por cometer o intentar cometer robos a gran escala, pero ella se declaró inocente.

Según cita el medio digital Insider, durante el juicio, los jurados se centraron en el viaje que realizó junto a Rachel Williams, editora de fotografía de Vanity Fair. Las dos mujeres habían ido a Marruecos con amigos, pero la tarjeta de crédito de Sorokin no funcionó y no logró pagar su estadía en el hotel.

Williams en un artículo publicado en el medio, aseguró que la detenida la convenció de pagar $ 70.000 que debían al hotel. Aunque esperaba que ella le devolviera el dinero, solo le reembolsó 5.000 dólares; así también sucedió con otros amigos e incluso bancos.

Todd Spodek, abogado de la mujer, declaró que ella no tuvo la intención de cometer algún crimen y que solo estaba “comprando tiempo” para emprender un negocio y salir de sus deudas. Aunque en su acusación, la fiscal Catherine McCaw determinó que la joven nació en Rusia y “no tiene ni un centavo a su nombre”.

“Anna tuvo que fingirlo hasta que pudiera lograrlo (impulsar su negocio)”, comentó el abogado.

Aunque se espera que el juicio concluya en abril, Sorokin continuará privada de la libertad. El Servicio de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos confirmó a Insider que planean deportarla así sea culpable o inocente, pues la mujer se quedó más tiempo de lo que permite su visa.

Su historia en Netflix

En el 2016, la detenida cambió su apellido de Delvey a Sorokin. Con su nuevo nombre ingresó a la alta sociedad ese año y ahí empezó su engaño, que hoy es motivo de inspiración para un documental.

Según afirma Insider, Shonda Rhimes, guionista y directora estadounidense, se encuentra realizando una adaptación de la historia y producirla para Netflix. Asimismo, Lena Dunham, actriz y directora, también producirá el caso de Anna Sorokin para HBO.