La relación en pareja, con sus buenos y malos momentos puede llegar a marcar la vida de una persona. Lo que se suponía que sería amor y apoyo absoluto se fue transformando —sin que te des cuenta— en una relación de abuso.

De hecho, este tipo de relaciones tóxicas no siempre son fáciles de reconocer, y menos cuando el amor ciega a la razón. En 2017, ONU Mujeres estimó que el 35 % de las mujeres de todo el mundo han sufrido violencia física o sexual por parte de su compañero sentimental. Sin embargo la situación suele variar dependiendo del país, ya que en algunos casos, el porcentaje puede elevarse al 70 %.

Ante esta ola de violencia es importante tomas en cuenta las señales. De hecho la misma ONU Mujeres expuso algunas situaciones que podrían servir de alerta para detectar este tipo de relaciones tóxicas.

Acoso

Recibir mensajes o llamadas constantes de tu pareja cuando no están juntos, no conforme con eso es común que pida explicaciones sobre lo que estás haciendo o cuánto tiempo te tomará resolver tus asuntos. También se podrían dar expresiones humillantes o insultos.

Miedo

El miedo a varias cosas es común, en especial si tu pareja está presente. De pronto evitas socializar especialmente con el sexo opuesto, y te alejas cada vez más de tu familia. Además justificar el comportamiento posesivo de tu pareja se ha vuelto tu especialidad.

Limitaciones

La independencia monetaria no es una opción, y de hecho es tu punto débil. Si cuentas bancarias y tarjetas de crédito, porque todo es manejado por tu pareja, quien controla todos tus gastos. Las decisiones importantes —al igual que las insignificantes— ya no están bajo tu control y solo te resta esperar a que él te las comunique.

Cambios

Ante estas situaciones el resultado se refleja en los cambios, tanto en la conducta como en la apariencia física.

En el interior puedes llegar a sentirte deprimida, ansiosa o con tendencias suicidas; llorar o estallar en un ataque de ira se vuelve cotidiano. Al final te da miedo que la gente te toque y evitas el contacto visual.

Necesidades

Tus necesidades, aficiones y metas quedaron atrás y tú ni cuenta te diste. Si eras buena en los deportes o tenías un hobby ahora ya no te interesa. Hasta incluso caer en el alcohol y las drogas.