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Quiso salir del expendio de droga y lo balearon

Balzareño fue asesinado por dos motorizados cuando se encontraba al pie de su casa en el cantón guayasense

droga
Rafael Zacaría Ruiz León, al parecer, empezó a los 12 años en el expendio de droga.Edgar Romero

Después de 25 años de estar supuestamente inmerso en el negocio de la droga, Rafael Zacaría Ruiz León, de 37 años, quiso retirarse. Pero la mafia no lo dejó y por eso le dieron algunos tiros que acabaron con su vida.

Esa es la versión que dieron sus familiares, quienes siempre le aconsejaban que se retire porque iba a terminar en muerte como aparentemente pasó.

El crimen ocurrió al pie de la casa de la víctima, ubicada en el barrio San Jacinto del cantón Balzar de la provincia del Guayas.

El hombre, aproximadamente a las 13:00 del sábado 13 de junio del 2020, estaba en los exteriores de su vivienda cuando sorpresivamente llegaron dos desconocidos en una motocicleta. Uno de ellos realizó varios disparos que se alojaron en el tórax y abdomen del presunto expendedor de estupefacientes.

Mientras los sicarios huían, el herido era auxiliado por sus allegados, quienes lo llevaron al hospital, donde los galenos solo comprobaron su fallecimiento, informó el mayor Henry Mendoza Jácome, jefe encargado de la Policía del Distrito Balzar.

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“El crimen se dio casi en presencia de mi sobrino de 17 años, que es el hijo mayor de mi hermano. Primero llegó a pie un sujeto, el cual presumimos que era el campanero, y después de 15 minutos llegaron los dos asesinos en la motocicleta y le dispararon a Rafael. Él trabajaba con esa cosa, con la mafia, él vendía y yo siempre le decía: 'ñaño, no vendas eso, porque esto es duro y vas a tener la muerte'. Él ya quería dejar este ‘trabajo’ y salirse, yo siempre le decía que en la entrada sube, pero la salida cuesta la muerte, él ya quería trabajar en otro negocio ya que tenía años en esta ‘labor’”, relató Carlos Ruiz, hermano del fallecido.

El mayor Mendoza Jácome acotó que los familiares manifestaron que su allegado se habría negado a seguir con el negocio ilícito y que los expendedores le habían reclamado que no podía dejar ese trabajo.