Hace más de una semana se dio inicio el Mundial de Rusia 2018, y la fiebre del fútbol contagió a fanáticos alrededor del mundo. Con tantos ojos puestos en la cancha de juego, es comprensible que los “pequeños” detalles que suceden tras bastidores pasen desapercibidos.

Entre escándalos de violencia y uno que otro gesto amigable con el medioambiente se han desarrollado los primeros 29 partidos en Rusia. Aquí te dejamos un recuento.

No el mejor Mundial para Argentina

Este sin duda no ha sido el mejor mundial para Argentina, y no solo porque su selección ha estado muy lejos de la victoria en cada uno de sus encuentros, sino porque sus hinchas han protagonizado más de un escándalo e incluso a algunos se les prohibió la entrada al Mundial.

El caso de Néstor Fernando Penovi, o mejor dicho su video, se viralizó en redes sociales y ocasionó que le retiraran el Fan ID (ingreso a los estadios). El argentino grabó una broma sexista a una joven rusa que fue catalogada por Patricia Bullrich, ministra de Seguridad argentina, como una falta de respeto. Aunque el hombre ya pidió perdón públicamente tendrá que conformarse con ver el resto de la Copa del Mundo por televisión.

Algo similar ocurrió con Claudio Fitterer, quien también fue ingresado a la temible base de datos de quienes tienen prohibido el ingreso a los espectáculos futbolísticos. Él al igual que Penovi, realizó un video donde —aprovechándose del desconocimiento el idioma— hizo que una mujer rusa repita frases con contenido sexual.

Si de peleas se trata es imposible no mencionar la lluvia de golpes que unos fanáticos argentinos propinaron a un hincha croata, el pasado 21 de junio.

Los cuatro sujetos que golpean al croata, y lo dejan en el piso ya fueron identificados por las autoridades argentinas, e incluso la ministra de su país pedía su deportación.

La rebeldía no solo vino del lado Argentino, ya que hinchas Mexicanos cantaron barras ofensivas y están en la mira de la FIFA. Los colombianos en cambio ingresaron alcohol al complejo deportivo, y esto ocasionó incluso que el hombre fuera despedido de su trabajo.

La limpieza no faltó

Para pasar de la polémica a un aspecto más amigable del mundial, los fanáticos de las selecciones de Japón Senegal son un ejemplo digno de mencionar.

Estas los barras recogieron sus desperdicios luego de sus respectivos juegos. Los japoneses también ayudaron a levantar la basura dejada por algunos hinchas colombianos, gesto que quedó registrado tratado redes sociales.

Al parecer el gesto quiere contagiar también a los mexicanos, que el 23 de junio luego de su partido con Corea del Sur también intentaron dejar “limpios” sus lugares.

Este tipo de eventos multitudinarios general gran cantidad de basura y contaminación. Según la FIFA, la Copa del Mundo en Brasil 2014 generó cerca de 2,72 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono.

Tradición y amor por el fútbol

Ahora le toca el turno a una historia de amor por el fútbol. El hincha más icónico de la selección brasileña, Clovis Fernandes conocido como el ‘Gaúcho da Copa’, falleció en septiembre de 2015 pero su legado continúa.

Él siguió a su Selección en cinco Copas Mundiales (1990, 1994, 2006, 2010 y 2014).

El hincha se caracterizaba por usar un sombrero típico del sur de Brasil, por llevar a todos lados un trofeo del Mundial y usar un bigote parecido al de su paisano, el dos veces exseleccionador de Brasil Luiz Felipe Scolari.

Ahora que no está, sus hijos Frank y Gostavo Fernandes no dejaron esta tradición y llegaron a Rusia con el trofeo y el sombrero que caracterizaban a su padre.

La moda Mundialista

Ante todo pronóstico la moda Mundialista fue marcada por la Selección de Nigeria. Los colores blanco, verde y negro no habían brillado tanto antes. La aceptación fue tanta que ya no se encuentran más camisetas disponibles en sitio internet de Nike.

Antes de su lanzamiento oficial a fines de mayo, tres millones de solicitudes se habrían efectuado según la cadena deportiva estadounidense ESPN.

El festejo después de la derrota

La hinchada colombiana lo sabe muy bien, ya que, a pesar de la derrota ante Japón la fiesta para ellos no paró. En Saransk sonó vallenato, electrónica y hasta samba, ritmos que incluso contagiaron a los residentes que se animaban a bailar.

La hinchada colombiana disfrutó de la fiesta a todo volumen y demostró cómo se baila al son de Cali Pachanguero.