La ropa, las tareas y hasta el tiempo libre resultan un problema cuando tratas de manejar tus actividades en el trabajo y dedicarle tiempo a tus hijos.

No hace falta ser un experto. Los problemas con el manejo del tiempo —o la falta de este— ocurren tan frecuentemente que los padres terminan por no prestar atención. La reunión en el colegio que coincidió con una junta; o que los niños se queden solos mientras trabajas, son cosas de todos los días.

Un artículo del Banco Mundial (BM) sitúa a las mujeres como las afectadas comunes en este tipo de situaciones, ya que enfrentan la maternidad y las desigualdades del mundo laboral al mismo tiempo.

La respuesta a este problema es fácil si cuentas con un poco de ayuda. Parientes, niñeras, guarderías son las opciones más comunes, sin embargo no en todos los casos están al alcance del bolsillo.

Con preocupaciones sobre los pequeños de la casa, a las madres se les dificulta conseguir o mantener un puesto estable, “muchas veces las mujeres dejan sus empleos, e incluso algunas de ellas lo hacen antes de disfrutar de su licencia por maternidad”, señala el BM.

Uno de los efectos del desequilibrio entre hijos y trabajo, termina siendo la disminución de los ingresos; y con menos dinero en el hogar, también bajan la calidad de vida.

Un problema compartido

Aunque no muchos lo consideren, el rompecabezas de los horarios y el tiempo en familia también debería ser una preocupación de las empresas, según el BM.

Es que con menos preocupaciones, menos errores en el trabajo. “El acceso al cuidado infantil subsidiado puede tener un impacto positivo significativo en las tasas de empleo”, dice el reporte, basándose en evidencia de países de América Latina, Caribe y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

¿Qué hacer?

Algunas medidas que pueden ayudar a los trabajadores son:

-Guarderías en el trabajo.

-Alianzas con guarderías privadas.

-Áreas donde las madres puedan dar de lactar.

-Licencias por paternidad e incentivos para que los hombres tengan un rol más activo en la educación de los hijos.

-Horarios flexibles para madres y padres.

Algunas de estas medidas fueron adoptadas por empresas de Japón, Brasil y otros países. El resultado fue mayor estabilidad laboral, y menos errores en su desempeño.